v e i n t i t r é s

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Con el pasar de los días, su herida se encuentra mucho mejor. Sin embargo, aún no quieren darle el alta por la repentina fiebre que le ha atacado.
Su cuerpo aún está débil y el hecho de que repentinamente su cuerpo suba de temperatura, no era una buena señal. Así que finalmente los doctores habían decidido que era mejor dejarlo unos días más en el hospital.

Que maravilla.

Ya estaba más que aburrido de estar en ese lugar. Quería volver a casa –a SU casa-, trabajar y volver a su rutina. De hecho, el médico le había dicho que no podría bailar, ni hacer movimientos bruscos hasta dos meses después, para que la herida sanara por completo. Por lo que acortaba enormemente sus días de práctica y que además, tendría casi una semana más con reposo por si acaso.

Demasiado tiempo libre le estresaba y le hacía ponerse de malhumor.

Había logrado convencer a sus padres de que no se lo llevaran, teniendo bastante ayuda de Jin y su hermano. El pobre castaño había prometido a su madre que cuidaría de él como si se tratara de su propia familia y que no dejaría que le pasara algo por nada del mundo. Costó un poco convencer a la terca mujer, pero al menos lo consiguieron con éxito.
Además de que su padre -por alguna extraña razón- le dio una pequeña sonrisa antes de marcharse, sin llegar a descifrar a que venía aquello. Su hermano también tuvo que marcharse -ya que debía ir a la secuela- pero prometió volver más seguido para verlo y eso le alegraba bastante. Su hermanito siempre le daba la fuerza necesaria para seguir adelante.

Y ahora ahí se encontraba. Totalmente aburrido, con la cabeza martillándole el cráneo, mientras observaba como el castaño a su lado hacia una corona de flores con total concentración.
Taehyung se había pasado la mayor parte del tiempo con él, haciéndole compañía a pesar de que debía trabajar. Al parecer se había tomado unos cuantos días y según él, era porque simplemente quería descansar. Cosa que su aspecto demostraba totalmente lo contrario.
Jimin no creía demasiado en esa excusa y estaba más que consciente de lo devastado que estaba el chico al saber que sus amigos la estaban pasando mal. Y por lo mismo, se hallaba cada día yendo a verlo como una manera de ayudar un poco.

— ¡Listo! – Exclama emocionado el chico elevando frente a él su obra de arte, para luego tendérsela a Jimin. Llevaba casi una hora desde que había comenzado a hacerla y en ningún momento había hablado, hasta ahora.

— ¿Se supone que debo ponérmela? – Pregunta divertido el rubio, tomando con delicadeza la corona y viendo el asentimiento del castaño.

Taehyung mostró su sonrisa más grande y aplaudió hacia el rubio en cuanto la colocó sobre su cabeza. Jimin sintió algo de pena al notar las marcados ojeras en el bonito rostro del chico y como el brillo de su piel se había apagado un poco con el pasar de los días. No era para nada el mismo Tae que había conocido y realmente deseaba volver a verlo tan radiante como antes.

Todos la estaban pasando realmente mal a causa de Yoongi. Hace unos días, había tenido una crisis agresiva y había intentado agredir a uno de los médicos. Por lo que tuvieron que sedarlo y restringir el completo ingreso de visitas a su cuarto, donde ahora tenía el doble de seguridad. Por ende, nadie podía verlo hasta quien sabe cuándo y eso afectaba directamente a todos quienes iban cada día a visitarlo, con la esperanza de que se encontrara mejor. Al parecer el pelinegro tampoco estaba comiendo, haciendo que fuera aún más difícil medicarle con el estómago vacío. La disposición de Yoongi para mejorar estaba totalmente en cero y no parecía querer hacerlo tampoco. Incluso los demás le contaban que ya no hablaba, no les dirigía la miraba y no hacía nada más que estar acostado mirando hacia la pared. Como si toda su esencia y persona, se hubieran esfumado de su cuerpo.

Boy in Black | MYG & PJM. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora