v e i n t i c u a t r o

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Un día más encerrado en aquel deprimente lugar. Las visitas cada vez son menores y sus ganas de vivir se esfuman tan rápido, como su aliento se desvanece en el aire de la habitación.
Últimamente está convenciéndose de que todo el mundo se ha cansado ya de él y eso es bueno. Una vez que todos se olvidaran de su existencia, podría quizás irse en paz.

Siempre y cuando logrará salir del hospital.

Su día a día consiste básicamente en mirar la ventana, el techo, admirar su brazo herido y repetir todo lo anterior, variando el orden.
Ya está comenzando a cansarse de no tener nada más que hacer, además de dormir, lo poco que podía, y comer -a veces-.
Su estado emocional aún sigue por los suelos provocando que tenga demasiadas pesadillas por las noches y que no le permitan dormir. Ya ni sabía cuánto tiempo llevaba en aquel limbo entre la consciencia y el mundo onírico, manteniéndose siempre en el límite al no poder alejar sus miedos nocturnos.

¿Quién podría dormir cuando sus peores recuerdos le asaltaban por las noches?

Deseaba con todas sus fuerzas poder dormir aunque sea solo un poco. Desde siempre había tenido serios problemas para descansar, pero desde que había empezado a estar bajo el cuidado de Jin, todo ello había disminuido considerablemente. Y lo que era peor aún, las pocas veces que había dormido con alguien -siendo con cierto chico rubio- había logrado dormir profundamente a su lado. Y es justamente lo que necesitaba.
Necesitaba sentir a alguien que reconfortará su alma herida...necesitaba que alguien le dijera que todo estaría bien...necesitaba que alguien...lo ayudara. Aún cuando no lo merecía.

Sin embargo...no es capaz de pedir ayuda, ni de aceptarla. No cuando ha hecho tanto daño. ¿Podría alguien simplemente reparar su ser sin decir nada al respecto? ¿Podría alguien escuchar sus silenciosas súplicas...? ¿Podría alguien...ayudarlo?

Los días se han vuelto demasiado cortos y las noches eternamente largas. No le gusta la oscuridad que lo rodea y tampoco sentir la inmensa soledad que hay en esa habitación, donde se esconden cada uno de sus terrores en cada rincón.

A pesar de los medicamentos que le administran cada día, logra percatarse de todo lo que estaba pasando a su alrededor dentro de la poca información que recibe. Tiene más que claro que Jin seguramente está trabajando como desquiciado intentando mantener su mente ocupada. Sabe que Taehyung seguramente intenta mostrarse tranquilo cuando por dentro solo quisiera gritar. Y Jimin...

Jiminnie...

Está seguro de que el pequeño rubio esta animando a sus otros dos amigos y se encuentra siendo un pilar enorme para los demás, aún cuando él ha sido el más herido de todo lo ocurrido.
Es un chico tan amable y agradable con todo el mundo, que no puede evitar pensar en sus mejillas sonrojadas cuando comete algún error en el estudio o piensa en él cuando juega con sus lindas manitos cuando le maquillan. Era algo estúpido por su parte pensar en Jimin cuando le había hecho un gran daño, sintiéndose inmensamente tranquilo cuando le recordaba. Realmente era un estúpido.

Pero no podía evitarlo.

No puede evitar pensar en aquellos detalles que tiene Jimin con todos, sintiendo la calidez de su persona tan palpable como si estuviera a su lado.

Si solo...estuviera realmente a su lado, todo sería diferente.

Se siente egoísta ante sus extraños pensamientos sobre el rubio, contradiciéndose a sí mismo después de todo el tiempo que ha tardado en convencerse de alejarse de él. ¿Por qué ahora no quiere hacerlo?

Boy in Black | MYG & PJM. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora