q u i n c e

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Sus músculos duelen y el sudor anuncia lo acalorado que está. Con la respiración totalmente agitada, se lanza al frío suelo para poder recuperarse del reciente ejercicio.

— ¿Estás bien? – Le pregunta el ahora pelirrojo de Hoseok.

Jimin simplemente asiente intentando respirar con lentitud, al no poder hablar por el ardor en sus pulmones. Definitivamente ese chico estaba en otro nivel sobre él.

El pelirrojo se había contactado con él hace un par de días, comentándole que había convencido a su coreógrafo de prestarle la sala de baile al menos una vez a la semana, hasta el día de la audición y el rubio no ha desperdiciado para nada aquella perfecta oportunidad.

Sin embargo, se siente totalmente destruido.

Había olvidado lo cansador que era estar bailando más de dos horas y aún cuando hacían pausas, para poder recuperar el aliento. Definitivamente solo salir a correr no había hecho que generara resistencia a ello.

— ¿Quieres agua? – Le tiende una botella de agua el chico, sentándose a su lado que lo ve preocupado por su estado.

Con cuidado se levanta y bebe pausadamente para no ahogarse. Sabe que si bebe demasiado rápido, luego el estómago se le revolvería y lo que menos quiere es vomitar por sobre-esforzarse.

— G-Gracias. – Le agradece una vez su respiración ya estaba más calmada y puede al menos pronunciar algo.

Ahora entiende con total seguridad el porqué J-hope -como había pedido que le llamara- estaba en aquel famoso estudio de danza y él no. A pesar de todo lo que había aprendido y todo en lo que se había especializado, aún le faltaba mucho por aprender. El pelirrojo en sólo aquella primera tarde, le había enseñado un montón de movimientos y trucos, para comenzar a hacer su coreografía.
Jimin tiene pensando hacer un baile contemporáneo, ya que era su especialidad más el chico le insistió en que no se encapsulara solo en un estilo. Diciéndole que debía aprender varios estilos y en lo posible hacer una mezcla de ellos.

Algo totalmente nuevo para él.

— Lo siento si he ido muy rápido. – Le sonríe Hoseok apenado al verlo tan mal, culpándose un poco por haberlo forzado de esa forma en su primer día de práctica. – Con Jungkook solemos mantener este ritmo y seguro tú recién vuelves a hacerlo. – Continúa dando palmaditas en su espalda. – Lo has hecho bastante bien, Jimin. En verdad tienes talento, pero debes saber manejar aquellos puntos ciegos que tienes. – Le felicita de todas formas y el rubio se limita a asentir con una sonrisa, al ver la sinceridad en los ojos de Hoseok.

Le gusta mucho ese chico. Hoseok es alguien totalmente amable con el resto y se toma el tiempo de explicarte las cosas con toda la paciencia del mundo hasta que lo entiendes. En verdad agradece infinitamente que le esté ayudando a lograr su sueño y que sin conocerlo del todo, le de tremenda oportunidad de enseñarle.

— ¿Y Jungkook? – Pregunta Jimin una vez que se colocan de pie nuevamente y comienzan a calentar el cuerpo para volver a bailar.

— Se ha marchado en cuanto se ha enterado que vendrías. – Ríe con ganas, dándole a entender que eso le parece muy gracioso cuando a él solo lo hace sentir avergonzado. – Es algo competitivo.

— Lo noté. – Ríe también.

— Pero no te preocupes, no intentará sabotearte o algo por el estilo. Seguro se ha ido a su casa a practicar y no ver tus movimientos.

Boy in Black | MYG & PJM. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora