『••XIII••』

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Félix intentaba recomponerse, al menos debía salir de allí, así sea caminando hasta el centro de la ciudad, pero no permitiría ser presa fácil de esas mujeres demoníacas, sobretodo porqué necesitaba fuerzas para encarar a su amada y a su hermano.

Mareado y sin nada en su estómago para expulsar, se alejó unos metros de la dolorosa escena arrastrándose a cuatro patas, aspiraba con rapidez grandes bocanadas de aire. Con la ayuda de un árbol se impulsó hacia arriba logrando reincorporarse del suelo.

Volvió por el camino que había recorrido divisando su fiel caballo que no lo había abandonado, agradeció a los cielos la retirada de las tres brujas.

— ¡Arre! — ordenó con dificultad cuando al fin pudo montar al animal.

El caballo acató la voz de mando y se marchó con su jinete a punto de perder el conocimiento dejando a la suerte el destino de ambos.

Ignorantes de todo lo que sucedía más allá del riachuelo Marinette y Bridgette seguían sumergidas a medio cuerpo en el agua, se mantenían en la misión de alentar a Adrien de su inconsciencia.

—¿Qué se siente?

El sonar del agua correr apacible y el trinar de los pájaros acompañaban la expresión de asombro de Marinette que se había quedado petrificada con la boca junto a sus zafiros muy abiertos.

—¿Co-Cómo que qué se siente?, si tú haces muchas cosas con Félix — atinó a replicar después de largos segundos con el sonrojo marcado en todo su rostro.

— ¿Crees que cada que nos vemos es para tener encuentros sexuales?

Las hermanas sumergían con cuidado en el interior del riachuelo el cuerpo del herrero inconsciente, el agua ligeramente fría bañaba al rubio lavando toda esencia tóxica de su organismo. Lo habían liberado de sus botas y de la camisola a excepción del pantalón, esperaba que el agua libere por completo al muchacho del efecto tan peligroso como era el de aquella pócima.

— ¿Pues que no es así? — tomó con ambas manos un poco de agua para escurrirla en las hebras doradas de su amado.

— ¡No! — Bridgette protestó con hastío — hemos salido varias veces a comprar por el centro, me ha narrado muchas historias que su abuelo le relata — a pesar de negarlo la azabache enumera sus encuentros con el hombre como una niña entusiasmada — Yo le enseñe a hacer pan ¿Puedes creer? un caballero tan serio como él es capaz se sonreír de esa forma solo porque le he cocinado algo... Es realmente dulce.

— Brid... — la menor la observó con un semblante inquieto.

—¡Cállate! no lo digas... no es lo que estás pensando... es solo que debo admitir que tiene sus buenos puntos.

En el momento en que Marinette iba a replicarle y advertirle una vez más sobre los posibles sentimientos que se estaban remarcando en su corazón, escucho un pequeño quejido por parte de Adrien.

— Se está despertando — el pánico empezó a envolverla —¿¡Qué le digo!?

— Dile que se desvaneció — Bridgette soltó el cuerpo del herrero y emprendió su retirada — menciónale que lucía cansado, tal vez es por el trabajo acumulado en la herrería.

Finalmente, la mirada iridiscente de Adrien se chocó con las gemas de Marinette marcándose en sus pupilas la alegría de tener a su príncipe de vuelta.

— Mi... Lady — masculló con dificultad al verse sumergido en el agua y protegido por los brazos de su dulce princesa.

Ella se abalanzó aferrándose al cuello del chico que apenas empezaba a orientarse — príncipe — ambos se sumergieron por completo en las aguas mirándose de pies a cabeza.

『••[Embrujo de Pasión]••』🔞 AU ✧MLB✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora