『••I••』

7.9K 693 347
                                    

La mañana nublada de aquel día del año 1260 hacia que los parisinos usen sus capas resguardando sus pieles del frío.

Entre el ruido del agua evaporándose humeante producto del candente hierro se escuchaba la voz de un joven.

-¡Félix!... Escúchame hermano - pero el apuesto herrero no despegaba sus ojos perdidos en la nada - ¡Félix! - gritó una vez más su hermano menor.

-¿Si? - preguntó parpadeando varias veces.

-¿Vas a seguir perdiendo el tiempo?, ¿Acaso no dormiste bien anoche?, ve a recoger la leña que la leña y el carbón se han acabado y con este frio padre no se va a recuperar de esa tos - ordenó con tono de malestar ante la falta de atención con la que se había despertado su hermano mayor.

Cuando Félix se disponía a contestar vio pasar a la razón de su desvelo, la única motivación por la que se había pasado desde que abrieron el taller prendido en la ventana.

Era ella, la mujer de preciosos ojos, de mirada fuerte, y atrevidos encantos.

Con desespero lanzó el martillo que tenía en sus manos -¡La viste verdad! - dijo casi gritando mientas zarandeaba de los hombros al rubio menor -¡Viste a esa chica!, ¿Cierto, Adrien?

-¡Sí! - se soltó con violencia del molesto jaloneo -¿Qué sucede?

Pero no obtuvo respuesta, su hermano ya se encontraba corriendo detrás de la aparecida desconocida.

-¡Espere! - gritó corriendo mientras esquivaba la muchedumbre -señorita.

La mujer se dio media vuelta cubriendo su rostro con su usual capa con capucha color oscuro dejando ver únicamente la belleza de sus ojos los cuales parecían sonreírle con la mirada.

-Nos encontramos de nuevo - respondió con suavidad extendiendo con sutileza su blanca mano para que el chico la bese.

Destapó su rostro regalándole el privilegio de mostrarle su belleza -apuesto joven, como verá estoy haciendo mi trabajo - dijo mostrándole la canasta llena de pan -¿Gusta acompañarme? - le dedicó una sonrisa.

Félix sonrió y embobado asintió. Ambos se perdieron entre las calles abarrotada de personas, sin importarle nada más, ni su hermano ni su padre que se encontraba en cama recuperándose de una fuerte tos.


____________________


En su camino en búsqueda de madera para la fogata de su hogar, se adentró más en el bosque Vincennes, la madera perfecta se encontraba en la espesura del tenebroso lugar.

Pero él lo disfrutaba, el aire pesado no era impedimento para el chico que hace poco había cumplido los dieciocho años, la baja temperatura le era agradable y el graznido de los cuervos lo hacían sentir más cerca de la naturaleza.

A pesar de su hermano mayor, Adrien no era un chico supersticioso, era creyente a la iglesia como todo parisino de aquella época, pero no un fanático.

A unos metros más adelante una hermosa jovencita lloraba con desesperación, de sus ojos azules se vertían amargas lágrimas, sus manos temblaban ante el acto atroz que estaba a punto de cometer.

-¡Vuela Tikki!, sé libre - dijo con la voz quebrada impulsando con fuerza a un búho de plumas café oscuras de ojos rojos, el cual aleteaba aferrado a su brazo renuente a volar abandonándola.

Después de varios intentos, el búho hembra voló a la rama de un árbol; la misma rama en donde la chica de cabellos muy negros, largos y ondulados, intentaba traspasar una soga gruesa.

Se podía escuchar la agitada respiración de la chica y el ruido de las hojas estrujadas en cada paso rápido que daba al ir de aquí para allá, con el afán de atar un cabo de la soga al tronco del imponente roble.

『••[Embrujo de Pasión]••』🔞 AU ✧MLB✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora