『••[FIN]••』

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—Vamos, los llevaré a mi consultorio — exclamó Fu.

—¡Nathalie! Es ella la encargada de asistir el parto — replicó Félix.

—Ya no hay tiempo — Fu los guio hasta su carromato y entre los hombres más jóvenes cargaron a la futura madre que de entre sus piernas se regaba el líquido del saco amniótico dejando un rastro de agua sanguíneo-lenta y aterraba a los hombres presentes.

A todo galope se abrieron paso por las calles desoladas de París, más como si el destino les diera una ventaja se encontraron a la persona que más necesitaban.

Nathalie vagaba desorientada por las calles hasta que el vehículo se detuvo frente a ella provocándole un gran susto por el relinchar de los caballos.

—¡Nathalie! — gritó Adrien desde el interior del carromato —. Bridgette está en labor de parto!

La mujer abrió los ojos asustada pues sabía lo peligroso que era para una embarazada el no tener asistencia inmediata al parir.

—¡Sube! — invitó el rubio menor —. Iremos al consultorio del doctor Fu.

—¡No! Iremos a la herrería — ordenó ella.

Adrien le tendió una mano y la ayudo a subir al vehículo a toda prisa. Una vez en el interior presenció el estrés que se vivía pues Bridgette estaba sin conciencia.

—Tienen que despertarla, no podrá pujar cuando sea el momento — ordenó Nathalie.

Los años de experiencia se notaban en cada uno de sus poros, cientos de niños había traído al mundo siendo una de las mejores matronas de Versailles. Incluso, familias de otras ciudades viajaban hasta donde vivía para solicitar sus servicios.

—¡Rápido! — reiteró la orden para Marinette.

La azabache despertó del ensimismamiento que traía desde que subieron al carromato, entonces, empezó a rebuscar en el bolso que tenía cruzado y encontró unas esencias de flores.

Mientras, Nathalie agarró una luminaria, levantó el vestido de Bridgette para revisar la dilatación y confirmó lo peor.

—¿Está despertando? — se dirigió a Marinette quién balanceaba el frasco bajo las cosas nasales de Bridgette.

—No — respondió desesperada —. ¡No responde! .

—Tiene que... Si no despierta, no podrá pujar y ni ella ni el bebé vivirán — escupió fría.

Félix palideció, sintió que estaba a punto de perder una parte de su vida, y no sólo el bebé corría peligro, si no su esposa y con ellos sus fuerzas de seguir adelante.

—Mi lirio — pronunció el hombre asustado. Acogió entre sus brazos el cuerpo flácido de Bridgette y se dispuso a darle ligeros golpes en el rostro para despertarla del letargo —. Despierta, nuestro bebé va a nacer ya.

Pocas veces Félix Agreste lloraba, pero ahora se sentía quebrado pues su alma gemela parecía estar sin vida y con ella estaba llevando la del fruto de su amor.

Mientras tanto, Marinette seguía balanceando el frasco con las esencias sobre su nariz. Y como si se necesitaba del esfuerzo de ambos, Bridgette empezó a reaccionar.

— Eso es mi amor, lo haces muy bien — con la voz entrecortada reaccionó el hombre feliz de que su esposa estuviera de vuelta.

—Bridgette hizo una mueca de dolor mientras despertaba y gradualmente empezó a alzar la vos entre quejidos producto de las contracciones.

— ¿Acaso no es más rápido ir a donde mi maestro? — cuestionó Marinette pues esa duda le estaba rondando en la mente y el dolor de su hermana le carcomía el corazón.

『••[Embrujo de Pasión]••』🔞 AU ✧MLB✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora