『••[Embrujo de Pasión]••』🔞 AU ✧MLB✧

『••XX••』

— Adrien solo tú decides si te quedas o trazar otro camino hacia el corazón de alguna otra dama. Yo decidí quedarme alado de Bridgette porqué la amo y sé que el amor que siento por ella nunca lo volvería a sentir por otra doncella.

— Estás embrujado hermano — replicó Adrien tragando grueso casi atragantándose por beber el ultimo sorbo del vaso de cerveza.

—Hermano, yo entiendo cómo te sientes ahora, con rabia, te sientes engañado y usado — el mayor de los hermanos caminaba a lo largo de la estancia mientras hablaba, pero créeme que ellas le temían a nuestro desprecio y es justamente lo que les hicimos cuando nos entramos.

— ¡Es lo más lógico que se debe hacer!, ¡Estamos hablando de brujas, Félix!, en cualquier momento alguien las denuncia como lo hicieron con Nathanael y Aalis — Adrien estaba sorprendido de como su hermano intentaba ser razonable cuando para él no había otra solución.

—¿Y qué harás? ¿Denunciar a unas mujeres que fueron obligadas a seguir las costumbres familiares? Porque si es así no te lo voy a permi...

— ¡Nunca le haría eso a Marinette! — interrumpió ofendido — podrá haber jugado conmigo, pero mi corazón no tiene esa maldad.

— Además de que la amas— Félix se encogió de hombros.

— Más que a mi vida — concluyó el menor abatido.

— Entonces espera a que ella te explique todo, escucha, mi lirio y yo tenemos un plan que nos va a permitir.

— ¡No! — el de mirada esmeralda removió su mano negando e interrumpiendo nuevamente testarudo — Yo de ella ya no quiero nada.

— ¡Adrien!

— ¡Félix!

Ambos se desafiaron con la mirada fija esperando a que cualquiera de los dos rompa el silencio o tan solo parpadeen, era un estúpido ritual de orgullo que siempre aplicaban cuando discutían, sin embargo, un ruido los llevó a girarse, algo estaba afuera de la casa y sonaba como si le diera zarpazos a la puerta.

Félix se encaminó a enfrentar lo que molestaba a esas horas, abrió la puerta y se encontró con un pequeño animal negro, y uno que conocía bastante bien.

— ¿Plaga?

— ¡Aleja a ese animal aberrante de esta casa! — dramatizó el menor levantándose de la mesa y retrocedió con pavor.

— Estás demente Adrien — Félix retorció los ojos restándole importancia al espectáculo que armaba su hermano.

Le permitió la entrada al negro animal que con maullidos agradeció.

— Sácalo.

Hizo oídos sordos a las sandeces de Adrien, en lugar de ello descubrió que el pequeño minino traía algo atado en su cuello.

— Trae algo — habló para sí mismo y curioso tomó al animal para desatar la prenda blanca que alguien le había atado.

— Hay problemas — repasó con la yema de los dedos la B bordada a la perfección, llevó la tela hasta su nariz y aspiró el delicioso aroma a lirios.

— Bridgette me necesita — el muchacho se giró hacía su hermano mostrando en sus ojos la desbordante determinación.

— ¿Cómo lo sabes?

— Solo lo sé. Iremos por ella.

— No

Adrien se negro con firmeza, ya la había pasado lo suficiente mal esa tarde perdido en el bosque, no volvería a pisar nada más que tenga que ver con esas personas.