『••XVIII••』

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No podía dormir, pero ¿Quién podría hacerlo cuando sabe que le quedaban pocas horas para recibir su condena eterna?

Se removió una y otra vez sin conseguir tranquilidad, Bridgette había silenciado sus ruegos y llantos por ser liberada, sus padres estaban en su habitación durmiendo aparentemente y ella estaba pasando una noche en vela.

Lo necesitaba, necesitaba verlo, hablar con Adrien una vez más; besar sus labios por última vez.

Después de plantearse un poco lo locura que estaba por cometer, se levantó de su cama, ya eran las nueve de la noche y no le importa salir con pocas ropas, alisó con sus manos el vestido blanco que cargaba, estaba un poco ajado, tomó un cepillo y peinó su ondeada cabellera azabache, finamente acomodó bajo sábanas como si de una persona durmiendo se tratase.

Se dirigió a la cocina y empezó a triturar un puñado de semillas de granada y albaricoque, una vez terminada la tarea suspiró. Si estaba pensando hacer aquello, debía tomar ciertas precauciones.

Lista para salir se vio en la necesidad de hacerle saber a su hermana su plan - Hermana... - susurró en la trampilla alumbrado con el candil un poco la madera vieja del suelo aspirando a que Bridgette esté despierta. Y pudo comprobarlo cuando atisbó el ojo azul claro de la chica desde una hendija de las chirriantes tablas - Iré a buscar a Adrien.

- ¿Qué harás? - respondió desde la oscuridad de su cárcel.

- Debo pedirle que me disculpe, despedirme de él... - titubeó antes de soltar la verdad insensatez que planeaba - pidiéndole que me haga suya.

-¡Estás loca! - Bridgette quiso gritar, pero sin embargo lo reprimió con un susurro - ¡Padre va a matarte!, luego Claude te va a revivir para darse el gusto de matarte él y ni se diga lo que podrían hacerle a Adrien.

- Lo sé... Prefiero morir a casarme con Claude o algún viejo que padre decida por esposo para mí ... Es mi despedida Bridgette, quiero saber que es sentirse amada por el hombre de mi vida; al menos atesoraré ese recuerdo y lo pensaré cada que Claude ponga sus manos sobre mí.

- Marinette... Si Claude no muestra las sábanas manchadas de sangre el día siguiente de consumar el matrimonio no sólo él quedará mal, sino que hasta te pueden castigar con la muerte.

- Prefiero morir hermana - antes de abandonar el hogar le dedicó una sonrisa lastimera que no pudo ser vista con claridad por Bridgette, pero si la pudo predecir, en esos últimos meses se conocían realmente bien.

Se encaminó hacia su objetivo, en el camino iba recitando un pequeño conjuro protector para así no cruzarse con algún bandido y terminar igual de mal que al momento de consumar su muy cercano matrimonio.

Su fiel búho la acompañaba sobre su hombro, pero inesperadamente alzó el vuelo hacia lo que le llamó la atención, Marinette confiaba en su Tikki, así que se la siguió confiada. La estaba guiando hasta el riachuelo del bosque donde logró ver a un caballo amarrado al tronco de un árbol. Allí lo entendió, su amiga la guio hasta Adrien acortándole el trabajo de ir hasta su casa y a la final no pudiendo encontrarlo en medio camino. Y no podía ser mejor lugar que aquel; al menos la suerte le sonreía por esa noche.

Se acercó con cautela, era muy probable que Adrien la echara de su lado con rabia por el vil engaño. Evitó hacer ruido al pisar las ramas hasta pararse en la orilla y verlo con claridad. Esa espalda bien torneada y las gotas de agua acariciando su piel, caían desde sus rubios y recorrían cada músculo hasta perderse nuevamente en el flujo del riachuelo.

Marinette caminó adentrándose en el agua por el encuentro de su príncipe y él notó la presencia de alguien más. Adrien se giró cauteloso encontrando a la humilde panadera dentro del agua a unos metros de distancia, el nivel del líquido que empapaba su ropa interior estaba hasta la cintura, ese cabello suelto oscuro como la noche bailaba al son de la brisa, ella tan indefensa, tan hermosa y tan peligrosa. Una mentirosa.

『••[Embrujo de Pasión]••』🔞 AU ✧MLB✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora