Nos quedamos mirándonos a los ojos, Simón me miraba y se sonreía, mientras que acariciaba mi cara con una gran dulzura.
Yo seguía sin saber bien que decir, así que le abracé, apoyando mi cabeza sobre su pecho.
Amaba sentir sus brazos envolviendome, y escuchar los rápidos latidos de su corazón, se notaba que aún estaba nervioso después de su bonita declaración.—¿Estás bien? Te noto muy callada. —me pregunta.
—Estoy mejor que nunca. —le respondo, alzando mi cabeza y mirándole a los ojos. —Sólo que aún no me lo creo.
—Créelo, quiero estar contigo, sé que lo tenemos complicado, pero me di cuenta que vale la pena luchar por esto, quiero hacer que funcione. —me mira directamente a los ojos y una gran sonrisa se dibuja en su cara, a pocos centímetros de mis labios.
—Esto es un sueño, y no me quiero despertar... —susurro y bajo mi mirada.
—Mírame. —me pide y alza delicadamente mi cara —Esto es muy real, mis sentimientos son reales y mi deseo de estar contigo también es real. —me dice de forma muy tierna, y acaba con la distancia de nuestras bocas con un beso.
Entonces, veo como saca algo de su bolsillo, y sin decirme nada me lo cuelga al cuello.
Lo miro y veo que es una bonita púa, donde está escrita una S y una A.
—¿Y esto? —pregunto sorprendida por este bonito regalo.
—Está púa es muy especial para mi, la usé en el primer concierto que dimos en España y desde entonces todo nos fue muy bien en Morat... Y ahora quiero que la tengas tu, para que todo vaya bien entre nosotros. —me explica con una gran ilusión.
—Ay Simón que bonito. —le digo muy emocionada. —Me encanta de verdad. —y le beso como agradecimiento y porque lo necesito, para mi pequeños detalles así son mucho más importantes que cualquier regalo caro.
—No sabes lo que me alegra que te haya gustado.
—¿Vamos al hotel? —le propongo ya que es bastante tarde, y tengo un poco de frío.
—¿Ya quieres estrenar nuestra primera vez como novios? —se ríe.
—Pues te lo decía ya que tenía frío... Pero ahora te las vas a apañar solo. —le digo indignada.
—Sabes que no te puedes resistir a mi...—dice con mucha seguridad.
—No es verdad. —miento, ya que tiene toda la razón del mundo.
Entonces me agarra por la cintura, pegándome mucho más a él de lo que ya estaba, haciendo que note sin problemas su gran excitación.
-Esto es lo que tu me provocas. -me susurra antes de darme un corto beso.- Espero que estés orgullosa.
-Lo estoy, no sabes cuanto. -le respondo, y me muerdo el labio de forma seductora.
Simón preso del deseo, se lanza a besarme por el cuello, cosa que sabe de sobras que vuelve loca. Así que sin pensármelo mucho, me quito la camiseta, demostrándole mis intenciones nada inocentes de ese momento. Mi novio, no tarda en captar el mensaje, y me hace el amor en la playa, haciendo testigos de ese momento al mar y el cielo estrellado.
...................
No sé que hora es, por la ventana solo entra la tenue luz de la luna.
Y no puedo dormir, aún no asumo que el chico que duerme plácidamente a mi lado sea mi novio.
Y tenía miedo, mucho miedo, Simón es el primer y único chico que ha sabido enamorarme, en llegar a mi corazón y hacerlo suyo... Y soy consciente de que si le pierdo, nadie logrará otra vez lo que Simón ha hecho en tan poco tiempo.
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Noches de verano.
Fiksi PenggemarAbigail tiene 17 años, acaba de terminar las clases y se le ha presentado el reto de su vida: trabajar durante el verano con Morat, su grupo favorito. Ella sin pensarlo dos veces acepta, sabe que junto a esos 4 va a pasar el verano de su vida.