En mi laptop, en un documento de Word, escribí una nota algo particular de menos de 50 palabras, en donde especifiqué mi nombre, el de mi ciudad y mi deseo. No puse mi dirección porque —supuestamente— mi raciocinio me hizo caer en cuenta de que las notas podían parar en manos de gente perversa. Así que solo lo dejé así: mi nombre, mi ciudad y mi deseo.
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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...