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Al llegar a mi casa llamé a Angie.

Definitivamente Osi es Gabe —le dije acostada en el mueble mientras enredaba en mis dedos el cable del teléfono.

—¿Por qué dices eso? ¿Qué pasó?

—Yo...

—¿Lo espiaste sin mí?

—No, es decir, sí. Al regresar de tu casa lo vi ingresar en una librería... compró el libro Todo, Todo de ni sé qué autor y luego me lo topé por el parque de mi casa.

—¿Te dijo algo?

—Sí.

—¿Qué?

—Un poco de cosas porque se dio cuenta de que lo estaba siguiendo, luego vino lo peor.

—Diiiimeeeeee —gritó.

—Me dijo que sabe que soy lectora porque la noticia le cayó del cielo.

Angie se quedó callada, pero seguía en la línea.

—¿Ahora qué hago?

—Mmm, no lo sé, supongo que esperar a ver qué libro es el que sigue en tus obsequios. Si se trata de ese que me dices entonces sí es él.

—Pienso igual... pero ¿por qué Osi? Él es un engreído de pacotilla y tiene a esa novia engreída también.

—Quizás siempre le has gustado en secreto y tus globos cayeron en su jardín...

—No creo, esos globos debieron volar cien kilómetros lejos de aquí. Los vi desaparecer en el cielo, Angie, no es posible que hayan caído en el jardín de Osi.

—Esperemos el próximo libro.


NOTA DE AUTORA: ESPERO QUE HAYAN PASADO UNA FELIZ NAVIDAD Y QUE, AL POR IGUAL QUE JERISS, TAMBIEN LES HAYAN REGALADO UN O UNOS CUÁNTOS HERMOSOS LIBROS O LO QUE MÁS HAYAN DESEADO. 

El deseo de JerissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora