GABE
No tuve más opciones que revelar mi verdadero nombre. Si perdía nuevamente a Jeriss no me lo perdonaría.
A estas horas ella ya debía haber leído la nota del sobre. Ella ya debía saber mi nombre, pero seguiría sin saber quien soy porque la información de la nota no era tan certera.
¿Cómo se lo decía? ¿Cómo hacía para revelarle mi propia identidad sin que ella llegara a odiarme?
Era imposible. Debía atenerme a las consecuencias.
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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...