No entendía. Ese era el punto principal. No entendía a qué se refería Gabe con eso de haberlo reconocido. ¿Quién era él que yo debía reconocerlo?
Le respondí de inmediato.
Yo: No, Gabe, ni siquiera sé quién eres. ¿Cómo te reconocería? Lo único de lo que me percaté fue de tu voz. Nada más.
Gabe: ¿Te dieron el libro?
Yo: Sí, muchas gracias. Pero ellos están enojados. Y ya me cuestionaron sobre si te conozco o no.
Gabe: ¿Qué les dijiste?
Yo: Que no.
Gabe: Pero sí me conoces, Jeriss.
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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...