GABE
Jeriss respondió enseguida el mensaje.
Jeriss: !Basta! ¡Dime ahora mismo de donde nos conocemos o te bloqueo y me vale los obsequios que me envíes a partir de ahora sin importar que sean libros!
La última frase de ese mensaje me dejó atónito.
¡Ella hablaba en serio si decía que ya no le importaban los libros!
Tuve que darme por vencido. Tenía que mostrarme ante ella aunque eso fuera abrir la puerta hacia el fin de nuestras conversaciones y casi amistad.
Le respondí el mensaje.
Yo: Quedemos de vernos y sabrás quien soy.

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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...