Un libro.
Eso era lo que hubiese esperado, sin embargo, allí lo único que había era un sobre.
Tuve dudas antes de decidir abrirlo. Lo que sí me suponía es que obvio y esa encomienda era enviada por Gabe. Pero, ¿por qué ahora solo un sobre y ya no un libro?
Ah, porque yo lo mandé al carajo a él con sus libros.
Entonces lo abrí, dejando la indecisión de lado.
El sobre contenía un papel en el que decía algo muy familiar para mí, algo casi conocido.
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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...