Enseguida abrí el mensaje. Gabe Rodd constaba como conectado aun, tal como yo lo quería.
Gabe: No tienes porqué asustarte, no soy un acosador ni nada de eso.
Mentalicé rápidamente qué mismo responderle o si mejor no responderle nada, me fui por la primera opción.
Yo: ¿Entonces por qué no me dices quién eres?
Respondió instantáneamente.
Gabe: Haré que lo descubras por ti misma.
Yo: ¿Cómo?
Gabe: Poco a poco... preguntame lo que quieras, responderé una pregunta por semana, claro si quieres preguntar y si tienes paciencia.
Nuevamente mentalicé un sinnúmero de preguntas qué hacerle, pero, si me estaba dando esa confianza no metería la pata yendo al grano de una vez.
Yo: Ok, dime algo. ¿Cómo fue que te enteraste de mi deseo por los libros?
Gabe: ¿Es en serio esa pregunta?
Yo: Sí.
Gabe: Por el mensaje dentro del globo de helio.
Me quedé estática con mi celular en las manos. Definitivamente era por eso, pero ¿cómo había dado con mi dirección?
Gabe: ¿Es suficiente esa respuesta?
Yo: ¿Una más?
Gabe: No, espérate a la semana que viene. Adiós.
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El deseo de Jeriss
Short StoryJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...