Dos semanas después de eso yo le escribí.
Yo: ¿De dónde me conoces?
Un cuarto de hora después me respondió.
Gabe: No te conozco, solo sé tu nombre y tu dirección.
Mis ojos se quedaron pasmados ante esa respuesta.
Yo: Y mi deseo...
Gabe: Exacto.
No le respondí más. Me dieron muchísimos nervios. Gabe era la persona que me había enviado los libros hace tres meses. ¿Y si se trataba de un acosador? ¿En qué lio me había metido ahora?

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El deseo de Jeriss
KurzgeschichtenJeriss Sulliver ha recibido siempre los mismos regalos de cumpleaños durante sus 16 años. Estando cansada de que nadie le cumple su deseo más preciado, decide hacer algo que parece loco e inusual: suelta varios globos llenos helio en el aire, los cu...