Union de manadas U.C.A#2

Capítulo 9: mountruo

-¿Él árbol se salvó? -Preguntó Alex a Jesse, mientras yo fumaba. Aún así los escuchaba.

-Un árbol sí. Lamentablemente no llegué a proteger a los otros 3.

-Auch. Pobrecillos.

-Lo sé. -Le di una última calada. Libere el humo y tiré el cigarrillo. Entré a la casa.

-Saben que tengo super audición, ¿verdad? -Hicieron una mueca. Me paré en una silla. -Bien, todo el mundo. -Todos me miraron.

-No les he explicado la situación. Y nos los culpare si huyen. Una parte de mi desea que todos ustedes se larguen. Pero también es su decisión. Y no puedo tomarla por ustedes.

》es probable que mueran. Y vienen por mi no por ustedes. Si quieren irse solo háganlo. Y si se quedan... no están obligados a hacerlo. -Los Alphas intercambiaron miradas con sus respectivas manadas.

-Nos quedamos. -Dijo Jacob. Asentí, como respuesta y como agradecimiento.

-Lucharemos. -Aceptó Theo. Repetí mi acción.

-Cuenta con nosotros. -Habló Logan.

-Y con nosotros. -Continuo Rafael.

-Esto es suicidio. -Dijo Cameron mirando el piso. -Pero aún así, estamos contigo.

-Gracias. Pues, conseguiré un lugar para que se queden.

(...)

-No puedo creerlo. Los convenciste.

-Incluso les dije que se fueran.

-Lo oí. Eres muy buena en esto. -Dijo Matt mirándome directamente a los ojos. -Oye, sobre el beso... yo lo...

-No te disculpes. Mentiría si dijera que yo no lo quería. Pero no quiero darte ilusiones, porque no creo estar lista para una relación.

-Lo sé. Puedo esperar. O puedo ayudarte. O simplemente puedo decir que besé a una reina. -Reí un poco.

-Gracias.

-¿Porque?

-Por todo.

-Siempre que lo necesites, linda.

(...)

-Cachorra.

-¿Si?

-Quisiera... que me enseñarás.

-¿Qué?

-A luchar. Tenemos una guerra encima y yo no sé luchar. Así que... ¿Me enseñarias?

-Claro. Empezamos mañana te quiero aquí a las 7.

-Ok.

(...)

-¿No te parece temprano?

-¿No entras a trabajar a las 11? Hay que entrenar antes. 5 vueltas a la casa.

Me hizo caso y yo corrí a su lado.

-10 lagartijas. -Le dije al terminar las vueltas.

Lo seguí haciendo entrenar unas 2 horas.

-No puedo... -Dijo agitado. -No puedo más.

-Esta bien.

-No hice más que correr.

-Si nos enfrentamos a asesinos profesionales, te recomiendo correr.

-No te pedí eso.

-Lo sé. Pero me importas lo suficiente para ignorarte, y hacer lo mejor para ti.