Union de manadas U.C.A#2

Capitulo 13: Jesse

—Creo que es... objetivamente... Ca... Bree.—Dijo Isaac, ganándose una mala mirada de Ginny. Por mí parte hice una pequeña sonrisa. Jess me miró fijamente. Cuando la atención dejó de estar en mí, le articule un pequeño "que". Ella solo negó riendo.
Luego de un rato dejamos de jugar, y nos pusimos a bailar. Baile con Jess, con Tyler, Jesse, e incluso con Isaac. A Jesse se le acercaron algunas personas... Y yo iba y lo alejaba. Así también me gane una buena cantidad de insultos por Jesse.
La noche paso rápido. Matt y yo llevamos a todo mundo a su casa ya que éramos los únicos que no estábamos bajo efecto de alcohol. Bueno, y Jesse, pero aún no sabía conducir. Incluso Tyler estaba borracho. Y eso era digno de ver.
Cuando llegamos a casa Jesse se fue a su cuarto. Yo fui al mío.
Me desmaquille y me puse mi pijama.
Me costaba dormir sola aveces. Es decir... Toda mí vida dormí con alguien. No lo mal piensen. Me refiero a que de niña dormía con mí madre. Cuando murió, dormía con mí hermano. Peleamos y dormía con Ryan, con Rex o en su defecto con alguien más de la manada. Ellos... Murieron... Dormí con Jesse. Si el tenía no tenía pesadillas, las tenía yo. Cuando estábamos lo suficientemente cerca, desaparecieron. Sigue pasando. Pero es casi un adulto, aunque no lo quisiera aceptar. Debía dejarlo ir. Y cuando era demasiado, yo lo soportaba. Pero Jesse... Era distinto. Días de por miedo, volvia a pasar. Y nunca me molestaría.
Para mí era el niño de 11 años, que conocí en unas vacaciones. El niño que perdió todo. El niño que cure. El niño que tiene la mitad de mí alma.
Y cuando lloraba, cuando llovía o cuando salía de la ducha, y las gotas de su cabello se regaban por su cara, podía verlo. Veía el niño con miedo. El niño nervioso por conocer a el Alpha. Que odió, sufrió y gritó por la muerte de Rex.
Era un adulto, y yo no lo veía. No lo quería ver. Y eso estaba mal, yo lo sabía. Pero,¿que iba a poder hacer? Con solo verlo... Sentía que debía encadenarlo en un ático, y no dejarlo salir, para que nada en el mundo lo pudiera dañar. Era extremista pero era mí impulso. Era lo que sentía que debía hacer.
Protegerlo era lo único que quería. Y hasta aveces me parecía que era enfermo.
(...)
Tenia un hermoso sueño, con mí banda favorita, Counterfeit, hasta que unas sacudidas por los hombros me despertó. Suspiré antes de abrir los ojos. Jesse estaba sobre mí, sacudiendome.
—¿Que diablos quieres?—Le dije de mala gana.
—Llevo sacudiendote 5 minutos, pensé que habías muerto.
—Cállate, antes de que te salte encima. ¿Que quieres?
—Es que están todos en la sala.
Me desperecé.
—¿Quienes todos?—Dije confundida.
—Seis manadas, cinco Alphas, dos cazadores retirados, un doctor de lobos y un padre muy enojado.
—¿Que tienen todos en contra de avisar?—Hice una pregunta retórica.—Bien, vé. Voy en unos minutos.
Salió de mí habitación y lo escuché bajar. Me cambié con un jean y una camisa. Me calcé con unas zapatillas negras simple. En la noche había dejado mí cabello atado. Entonces bajé peinandome con los dedos.
—¿Acaso no saben lo que es un celular, y que funciona para avisar cuando vas a la casa de alguien?—Dije atando mí pelo en una coleta alta.
—Ya me voy, no destruyan nada.—Dijo mí padre dándome un beso en la mejilla.
—Adiós.—Cantaron a coro. Mí padre los saludo con la mano y se fue.
—Me perdí la re-decoracion—Dije. Todos estaban sentados en sillones. Tanto en el asiento, en el apoya brazo, y en el respaldo. Son muchas personas. Enfrenté de ellos, una mesa, y más allá de ella un sillón individual. Me apoye en el apoya brazo.
—Cállate.—Me dijo Kate.—Ahora... escucha, hay un cazador en la ciudad. Alto rango.
—¿Y que? ¿Vamos a secuestrarlo y sacarle información?—Cameron alzó las cejas.—¡No! No lo haremos.—Le dije sería. Me sonrió inocente, por lo que negué con la cabeza.
—Todavía no explique nada. Te estábamos esperando. Mientras tanto...—Dijo señalando a todos.—Hicimos esto.
—¿Cuánto hace que están aquí?—Pregunté. Intercambiaron miradas.
—Ehhh... Hora, hora y media.—Dijo Mirco. Abrí mis ojos e hice una "o" con la boca.
—Todos ustedes tienen un problema.—Dije señalandolos.
—En nuestra defensa, pasamos como media hora discutiendo quien te despertaba.—Se defendió Jacob.
—Es verdad, el único que puede hacerlo sin que lo mates es Jesse.—Lo avaló Theo.
—¿Y porque no fue a despertarme?
—Estaba comprando bocadillos.—Contestó sonriente. Los integrantes de las otras cinco manadas levantaron bolsas llenas de comida. En una de ellas vi mí chocolate favorito.
—Entonces estuvimos...—Blah, blah, blah. Siguió hablando Kate. Yo la miraba y asentía de vez en cuando. Estaba más concentrada pasando el chocolate con mis poderes, por detrás de todos y luego por su costado.
De pronto un golpe llamo mí atención. El cuchillo de Kate había impactado en el chocolate a medio camino.
—Préstame atención cuando es algo importante.
—Mí chocolate.—Chille.—¿Que? Tengo hambre.
—Aparte de que fue un horrible plan. Estas enfrenté de todos. ¿Como harías para que no te viéramos?
—En casos como este, solo tienes que pasar desapercibido...—Atrapé el chocolate que había atraído con mis poderes.—Solo hasta que sea inevitable.—Le di una mordida al chocolate. Kate miro impresionada su cuchillo en el suelo.
Tomé mí paquete de cigarrillos y me dirigí afuera.
—Quiero hablar contigo.—Le dije a Kate. Asintió y me siguió.
Ya afuera prendí un cigarrillo.
—No hablaremos de un plan, ahí adentro.
—¿Porque?
—Son casi 65 personas, si no es que más. No creo que piensen igual.
—Tienes un punto. Como sea, estará en una cena comercial. Estoy muy segura de que le interesarás.—Dijo levantando las cejas.
—Por supuesto. Consigue el horario y lugar. Moveré influencia para estar.—Le dí una de las últimas caladas al cigarrillo.
—Fumas rápido.—Di una larga calada y le solté el humo en la cara, mientras reía. Dio vuelta la cara y entró.
Tiré el cigarrillo y entré también.
—Dame cinco minutos, y conseguiré todo.
—Bien. Entre tanto, quiero hacer un plan de entrenamiento. Dividance por manada. Menores de edad aquí.—Dije señalando detrás de mí. Los menores, con los de mí manada eran diez.—Esto no va a ser fácil.—Suspiré.