Rápidamente pagué y me dirigí a la cabaña con Jess a como copiloto. Fui a máxima velocidad. 5 minutos después me encontraba ahí.
—¿Qué pasó?¿Todos están bien?
—Todos están bien. Pero se necesita rapidez. —Dijo poniendo unas fotos y un mapa sobre la mesa. Había al menos 20 lobos entrando y saliendo, cargando armas. —Me tomé la libertad de decirles que nos iríamos pronto, espero no te moleste. —Noté que de hecho no le importaba. Estaba siendo diplomática. En ese momento estaba hablando con una líder. Una reina.
—No hay problema. Situación. —Dijo poniéndome a su lado examinando las imágenes.
—Cambiaron guardias, locaciones. No es algo que pase seguido, somos una especie de hábitos y tradiciones. Cuando eso pasa se envía un sobre con toda la información a las familias claves. Se tiene una hora para memorizarlo completamente y se debe quemar de inmediato. Los Slavic recibieron la suya hace 10 minutos. —Dijo señalando una foto. —Están cerca y son unas de las familias más aisladas. Si algo les pasará, nadie lo sabría en al menos 2 meses.
—Esa sería una buena ventaja. Estaríamos adelante.
—Por bastante. Pero debemos actuar ya. Antes de que lo quemen. No van a ser fáciles, son de los mejores. —Asentí. Se fue a por armas. De uno de los baúles que habían traído elegí algunas para mí. Jesse entró por la puerta seguido de Isaac.
—Hey. —Me saludó Jesse.
—Hey. —Le devolví el saludo. —Lo siento. No puedo ir de compras hoy, surgió algo.
—No te preocupes, puedo ir solo. —No me gustaba la idea de que fuera solo, era algo divertido que se supone haces con tu madre. Me gustaba que tuviera esa experiencia.
—No. Podemos ir mañana. —Dije frunciendo el ceño.
—Mañana puede surgir algo más. No puedes comprometerte a eso. —Suspiré.
—No quiero que vayas solo.
—Yo puedo llevarlo. Si estás de acuerdo. —Intervino Isaac.
—¿No es molestia? —Me sonrió.
—Para nada. Es mi día libre. Me encantaría hacerlo.
—¿Seguro?
—De veras. Me encantaba hacer esto cuando estudiaba. Va a ser divertido. —Dijo viendo a Jesse quién asintió.
—Va a estar bien. Ahora ve, por como Kate le gritaba a todo el mundo, es una emergencia. —Sonreí.
—Okay. —Saque mi billetera de mi bolsillo y le entregué dos tarjetas y mucho efectivo a Isaac. —Compra todo lo que quieras, ¿sí? —Asintió y lo besé en la frente. —Y tú. —Dije viendo a Isaac. —Cuídalo.
—Lo juro. —Dijo serio. Algo en como lo dijo me hizo confiar en él. Suspiré.
—Okay, me voy antes de que Kate mate a alguien. —Ambos rieron.
Salí de la cabaña y me encontré a Kate guardando cosas en el maletero.
—¿Conduces? —Le pregunté mientras lo cerraba.
—Ajá. —Dijo para luego dirigirse al lado del conductor mientras yo iba al otro. Cómo era un descapotable solo salte dentro. Arrancó a toda velocidad. Dos autos nos siguieron.
Paramos una cuadra atrás de la casa.
—¿Te molesta?—Entendí a qué se refería. Quería saber si podía tomarse la libertad de mandarlos. Todos me miraban expectantes. Supe que de mi respuesta dependía mucho de aquí en adelante.
—Es nuestro ejército. No solo mío. —Dije resaltando el nuestro. Asintió.
—El equipo uno vaya por la izquierda, dos por derecha. —Dirigió Kate. Al parecer se había tomado la libertad de formar equipos. —Ustedes, señalo a la parte trasera del auto. —Puerta trasera. Tú yo. —Dijo viéndome. —Adelante. —Asentí a ella.
Cinco minutos después, rodeamos la casa. Dos más y Kate ordenó el ataque. Una vez dentro me deshice de una chica.
—Bree, fuego. —Mis ojos se dirigieron a la chimenea donde una mujer estaba por tirar un sobre al fuego. Con un soplido apague el fuego, y dado a que ya había arrojado el papel pude atraerlo hacia mi.
—Ten. —Le dije a un lobo cercano presionando el sobre en su pecho. —Corre. —Sus ojos se enfocaron en mi menos de medio segundo y luego desapareció.
La mujer arremetió a donde él se encontraba. Rápidamente golpeé fuertemente su cabeza, causando una grave contusión si no es que muerte. Logré ver un hombre apuntando con un arco y flecha a Kate mientras ella mataba a un chico de unos 20 años que la atacaba. Rápidamente me puse frente a ella. La flecha atravesó mi estómago y gruñí. Kate se giró y le disparó al hombre, oficialmente todos estaban muertos o demasiado inconscientes.
—Déjame. —Dijo mientras me veía intentar sacar la flecha y fallar. Sacó un cuchillo y cortó la punta, que había emergido por mi espalda. —Respira. —Habló para luego sacar lo que quedaba de la flecha. Volví a gruñir. —Gracias. —Miró el suelo.
—Esta bien. Te hubiera matado. Ya sanaré. —Dije poniendo mi mano en la herida que aún no sanaba.
—Te importo. —Susurró.
—Cállate. —Le dije mientras me iba.
—Me amas. —Dijo riendo, lo cual era raro ya que estaba rodeada de cuerpos.
Fui al auto y subí. Levanté mi rota y ensangrentada blusa para ver mi vientre. Todavía sangraba. Apreté mi mano ahí, para parar la hemorragia. De todos modos sabía que estaba sangrando por la espalda.
Me metí a la mente de Jesse para asegurarme de que estaba bien. El estado de ensoñación que me daba la pérdida de sangre facilitó el proceso. Estaba con Isaac sentado frente a él. Ambos tenían helados y quién sabe de qué hablaban.
Volví a mi cuerpo al sentir que me desestabilice. Sangraba demasiado. Busqué mi celular pero debía haberse perdido en la pelea. Suspire. No tenía fuerzas para buscar a alguien. Iba a desmayarme.
Me volví a meter en la cabeza de Jesse. Pero esta vez intenté traerlo conmigo. Pude sentirlo en mi mente. Mire la sangre. Isaac. Pensé para que me escuchará. Luego todo se volvió negro.
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Union de manadas U.C.A#2
Werewolf¿Una chica Alpha?#2 Bree vuelve a su ciudad natal al graduarse de la Universidad. Ella se encuentra con algunos cambios. Nuevos aliados, nuevos enemigos y, quizás, sólo quizás, un nuevo amor.