"¿Puedes venir?" escribí en mi celular. Lo borré. "tenemos que hablar". Lo volví a borrar. "necesito hablar contigo". Borrar. Mire la pantalla unos segundos. "ven, por favor" sí. Así. Lo envie. A los minutos mi celular vibró. "Claro" Unos 10 minutos después sonó la puerta. Mierda, no tuve mucho tiempo para prepararme, pensé. Le abrí y me saludo con un beso en los labios.
—Necesito preguntarte algo. —Dije sentandome en el sofa. Se sentó a mi lado. Tome sus manos entre las mías. —¿Para tí, que somos, Matt? —Una sonrisa surgió en su rostro. Creo que no lo tomo como planeaba.
—¿Qué quieres que seamos? —No me lo estaba poniendo fácil.
—Somos amigos, Matt. —Su sonrisa se borró.
—¿Que? —Abrí mi boca para responder. Se rio amargamente. —¿amigos? ¿amigos que se ven como nosotros lo hacemos?¿Amigos que se tocan como nosotros lo hacemos?¿Amigos que se besan como nosotros lo hacemos?¿Amigos que se acuestan como nosotros lo hacemos? Vamos, Bree, eso no lo hacen los amigos. —Dijo muy enojado apartándose de mí.
—Lo siento, ¿si? No sabías que esperabas otra cosa de mi. Pero para mi siempre fuimos amigos, divirtiéndose. Solo eso.
—Claro. Porque tú que otra cosa querías. —Dijo con un tono sarcástico.
—No es mi culpa, Matt. No sé porque estas tan enojado, no es la gran cosa.
—Porque estoy enamorado de ti. —Grito parándose. —Es que, mírate. ¿quien no lo haría? —Se agacho para mirarme a la cara, ya que yo seguía sentada. —Estoy enamorado de ti. Y fui tan estúpido de creer que podrías sentir lo mismo. Pero sé que no es tu culpa. —Hablo más calmado. —Pero...
—Lo siento tanto. Siento no poder corresponder.
—Tu no controlas lo que sientes. —Dijo levantándose.
—No sé si esto te ayudará. Pero de verdad te amo, solo que no de esa manera. Y significas mucho para mi. No quiero perderte. Por nada.
—No. —Dijo. Lo mire confundida. —No ayuda. —Dijo para después suspirar e ir a la puerta.
—Lo siento. —Susurre pero la puerta ya se había cerrado. Me quede sentada viendo la nada. Luego de un rato, o horas, quien sabe, Jesse llegó. Debio sentirme porque rápidamente se sentó a mi lado y pasó un brazo por mis hombros. —No queria herirlo. —Sentí que me había leído pero no estaba de ánimo para pararlo.
—Lo sé.
Luego de estar un rato conmigo Jesse me avisó que saldría. Eran las 2 pm. Se despidió. Llame a Kate y tuvimos una sesión de entrenamiento. Era útil para ambas. Dos horas después nos despedimos. Me concentré en meterme en la cabeza de Jesse para chequear que todo estuviera bien. Me costó bastante pero un poco menos que la vez anterior.
Lo vi sentado en un bar comiendo papas mientras leía un libro. A su lado logre ver una lista. No entendi muy bien que era. Luego de unos segundos noté que era una lista de útiles. Para la escuela, supuse. Me di cuenta que las clases deberían empezar dentro de poco y yo había olvidado anotar a Jesse. Rápidamente me subí al auto y me dirigí a la escuela. Según mi memoria estaba abierta hasta las 5. Rápidamente fui a dirección y le pedí los papeles a la secretaria.
—Tienes suerte, es el ultimo dia. —Me dijo dándome las formas. Le sonreí. Llene todo con los datos esenciales y fui a mi auto por los papeles que necesitaban como acta de nacimiento y esas cosas.
Luego de entregárselo todo a la secretaria me dijo que faltaba un papel, pero no era problema que se lo trajera al director el primer dia de clases. Me dijo que las clases empezaban en tres semana. Camine más lento de lo necesario por los pasillos. Tanto había pasado desde que los vi por primera vez. Crecí tanto. Era un poco raro. Recordé lo mucho más fácil que eran las cosas antes.
Salí y me subí a mi auto. Volví a mi casa. Decidí cocinar ya que eran las 7:30. Corte verduras para preparar salsa. Luego la deje a un costado y puse agua a hervir. Eche los fideos.
Escuche la puerta. Jesse se asomo por la puerta de la cocina.
—Hey.
—Hola. —Dije yendo a abrazarlo. Le di un sonoro beso en la mejilla.
—¿Estas cocinando? —Preguntó levantando sus cejas.
—Si.
—¿Cual es la ocasión?
—Ninguna. Solo quise cocinar.
—Tu no cocinas.
—Si lo hago. —Dije ofendida.
—No, no lo haces. Creo Que te he visto cocinar unas 6 veces como mucho.
—Eso es una mentira. Soy una gran cocinera. Mi comida es exquisita.
—No dije que no lo fuera. Es solo que no lo haces a menudo.
—Como sea... —Dije alejándome para revolver los fideos. —Dentro de poco empiezas las clases, ¿quieres que vayamos a comprar los útiles mañana?
—Me encantaria.
—Genial, vamos a la tarde. Ahora pon la mesa que esto ya está.
—Enseguida, jefa.
(...)
A la mañana siguiente quise hablar con Jess antes de las compras.
—Hey, Jess. —La llamé alcanzandola. Fue algo difícil de encontrar. —Antes de que te enojes y te vallas quiero que sepas que de verdad lo siento y sé que actúe como una perra y no merezco que me perdones.
—Hey, hey, hey. —Dijo poniendo sus manos en mi hombros calmandome. —Relájate, ¿Si? No estoy molesta contigo.
—¿No? —Se rió y negó con la cabeza.
—Ven. Vamos a tomar un cafe. —Dijo señalando con la cabeza una cafetería cercana. Nos sentamos afuera y una joven moza se acercó a tomar nuestros pedidos. Luego de anotar todo se fue. —De veras, no estoy enojada.
—De verdad lo siento.
—Esta bien, Bree. De veras. Matt y yo no hubiéramos durado de todas formas. Y estabas bajo... sigues estando bajo tanta presión. Es entendible. Matt explicó que para cualquiera es difícil mantener el lobo a raya.
—Lo es. —Dije mirando mis manos. La mire a los ojos. —Gracias por entenderme.
—De verdad. Esta bien. No te castigues tanto a ti misma.
—Suelo hacerlo...—Llegaron nuestras bebidas. Le agradecimos. Mi celular sonó. Era Kate. Atendi.
—Hola. —La salude.
—Necesito que vengas a la cabaña ya. —Dijo agitada y justo despues colgo.
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Union de manadas U.C.A#2
Lobisomem¿Una chica Alpha?#2 Bree vuelve a su ciudad natal al graduarse de la Universidad. Ella se encuentra con algunos cambios. Nuevos aliados, nuevos enemigos y, quizás, sólo quizás, un nuevo amor.