Tengo un amigo. Eso lo cambia todo. Puede que no sea el tipo de amigo más normal para una chica de diecisiete años, pero yo tampoco soy una chica normal. Por ahora ser normal no es lo importante.
No sé si alguna vez lograré recordar a Jenna. Al menos, a la Jenna que era antes. Mi padre cree que sí. Mi madre lo desea desesperadamente. Pero, por
otra parte, la idea de dejar atrás algo viejo y construir algo nuevo que sea completamente mío me seduce. Quiero seguir teniendo esa sensación.
Sonrío sin necesidad de pensar en que tengo que subir las comisuras de la boca. Sucede por sí solo. El señor Bender es curioso. Yo también lo soy. No estoy perdida. No soy una desconocida. El señor Bender me conoce.
Al bajar la pendiente de la casa del señor Bender, veo nuestra casa. Camino por el bosquecillo de eucaliptos hacia la orilla del estanque, una franja de tierra cruzada por un entramado de raíces nudosas. Acabo de pisar la primera piedra que asoma sobre el riachuelo cuando algo atrae mi mirada.
Un destello blanco. El resplandor del agua me golpea, me enceguece, me arrastra.
Mi pie resbala y chapotea. Oigo ruidos.
Gritos.
Me siento caer, pero no veo hacia dónde. El mundo da vueltas. Mi boca se abre. Gritos. Mis manos aletean. Me entra agua.
Mi nariz. Mi boca. Oscuridad. Jadeos. Dolor en el pecho.
El agua está por todas partes. —¡Naaa! ¡Enaaa!
Siento piedras que me arañan las rodillas. Haces de luz. Destellos. Rayos tenues. Sonidos espesos. Desciendo, desciendo. Una oscuridad húmeda me cubre mientras suben burbujas de aire brillante.
—¡Jennaaa!
Unas manos me rodean la cintura, me sacuden los hombros.
—¡Jenna!
Veo a Lily mirándome a la cara. Me ayuda a levantarme.
—¡Jenna! ¿Qué te pasa? ¿Qué ha ocurrido? ¡Jenna! ¡Jenna!
El agua del arroyo corre pausada y transparente. Mi ropa está seca. En la rodilla tengo un corte del que sale una gota de sangre acuosa.
—Yo…
—¿Estás bien? —Las pupilas de Lily son dardos. Su voz me perfora.
—Creo que sí.
No sé bien lo que ha pasado. Todo parecía distinto: el estanque era gigante y yo era muy pequeña. Creí que me cubría entera. No podía ver.
Creí que me estaba ahogando.
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La adorada Jenna Fox
Science FictionAntes era alguien. Alguien que se llamaba Jenna Fox. Con esas palabras da comienzo una historia de ciencia ficción en un futuro cercano. Jenna Fox es una adolescente que acaba de despertar del coma. Un terrible accidente la dejó en ese estado durant...