Lily levanta el portón del garaje. Chirría y se atasca por falta de uso hasta que finalmente completa su ruidoso camino. Dentro de la oscura caverna, rodeada de cajas, hay una vieja furgoneta híbrida de color rosa.
—Voy a sacarla del garaje para que te puedas montar.
Su voz suena brusca.
—Y no se lo digas a tu madre. Me voy a llevar una buena regañina si se da cuenta de que te he sacado a la calle.
—Prefiero quedarme en casa.
—Yo también preferiría que te quedases en casa, pero tengo que hacer unos recados y no voy a arriesgarme a que te quedes barzoneando por ahí.
—No pensaba hacerlo.
¿Barzonear? ¿Qué es eso?
Lily gruñe. Se abre paso entre los montones de cajas, monta en la furgoneta y la saca del garaje. Me monto a su lado. —¿Vamos a coger el metro?
Lily frena. —¿Te acuerdas del metro?
Estoy harta de que todo el mundo me pregunte acerca de lo que recuerdo y lo que dejo de recordar. Es un asunto de proporciones. ¿Recuerdo haberme subido al metro? ¿Haber ido en él a algún lugar en concreto? ¿Haber ido con alguien importante para mí? La respuesta es no. ¿Recuerdo cómo es y lo que hace? Sí. Le ofrezco la mejor respuesta que puedo dar: encogerme de hombros.
—Bueno, pues esto no es Boston y aquí no hay metro. Y el autobús no va exactamente donde tenemos que ir, así que vamos en coche. ¿Algún problema?
No respondo. Pone el coche en marcha y acelera bruscamente por nuestra calle. Solo hay cinco casas en ella, y ninguna de las otras es de estilo Cotswold. Son todas diferentes. La que hay justo al lado de la nuestra es de estilo Tudor; después hay una finca de estilo colonial; al lado hay una de estilo Craftsman con algunas ampliaciones, y finalmente está la casa blanca que el señor Bender miró cuando m e dijo que tuviera cuidado. Me divierte darme cuenta de que conozco los estilos. Estoy segura de que en la biblioteca de mi madre hay libros y libros de arquitectura. Tal vez la antigua Jenna los leyera.
El señor Bender dijo que las casas de este vecindario valen una fortuna. Al mirar estas, le creo. Y seguimos teniendo la casa estilo Brownstone de Boston, que seguro que vale otra fortuna. — ¿Son ricos mis padres? —pregunto.
—Esa es una pregunta extraña.
—Yo soy extraña, ¿recuerdas?
—Sí, están forrados.
— ¿Quieres decir que son ricos?
—Eso es lo que he dicho.
—¿Por restaurar casas de estilo Brownstone?
Lily se echa a reír.
—Entonces es por mi padre. ¿Ganan muchos los médicos?
—No.
La veo vacilar. El coche se detiene en una señal de STOP y Lily suspira, como si estuviera a punto de entregarme algo valioso y no estuviera segura de que voy a saber apreciarlo.
—Creó su propia empresa de biotecnología y la vendió hace cuatro años. De ahí sacó el dinero. Inventó el biogel, un material que revolucionó el mundo de los trasplantes. Antes, los órganos solo eran válidos durante unas horas.
Con el biogel se pueden mantener indefinidamente hasta que aparezca un receptor compatible. El hallazgo salió en todos los medios y produjo un gran impacto. ¿Algo más?
—Si vendió su empresa, ¿dónde trabaja ahora?
—En el mismo lugar.
No entiendo, pero Lily no me da m ás explicaciones y estoy cansada de sacarle la información con cuentagotas. Decido cambiar de tema y señalo la calle de la que acabarnos de salir.
— ¿Conoces a los vecinos? —pregunto.
—Aún no —responde Lily sin ofrecer más explicaciones. Sé que preferiría estar en silencio, pero no tengo ninguna intención de permitírselo.
—Llevamos aquí más de un año. ¿Cómo es que no los conoces?
— ¿Por qué crees que llevamos aquí tanto tiempo?
—Mi madre dice que vinimos porque...
—Llevamos aquí dos semanas y media.
—No puede ser —contesto—. Ese es casi el tiempo que llevo despierta.
Entonces, ¿desperté un día después de que llegáramos? La verdad es que parece increíble... No digo nada más. Tampoco Lily. Recuerdo que el señor Bender también dijo que llevábamos dos semanas aquí. Es cierto. ¿Cómo pudieron saberlo mis padres? Después de haberme pasado más de un año en coma, ¿cómo pudieron predecir exactamente el momento en que despertaría y mudarse a California justo en ese momento? ¿Fue solo una coincidencia? ¿O acaso decidieron cuándo debía despertar? Si es así, ¿por qué m e mantuvieron en coma durante tanto tiempo? ¿Por qué me robaron un año entero de vida? ¿Qué clase de padres harían eso?
Cuidado, Jenna.
Estaba equivocada: al final Lily pudo disfrutar del silencio.
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La adorada Jenna Fox
Ciencia FicciónAntes era alguien. Alguien que se llamaba Jenna Fox. Con esas palabras da comienzo una historia de ciencia ficción en un futuro cercano. Jenna Fox es una adolescente que acaba de despertar del coma. Un terrible accidente la dejó en ese estado durant...