My Princess 💫 SinB X Jackson 💫

🌸 Capítulo 10 🌸

Habían pasado 2 semanas desde el accidente. Eun Bi seguía actuando como una niña, Moon Bin me había encargado cuidarla por unos días hasta que pudiera sacar permiso en su trabajo de medio tiempo. Eun Bi se había quedado temporalmente en mi casa, no podíamos dejarla sola, y yo no podía estar yendo a su casa cada que lo necesitara.

- Eun Bi, hora de comer. –Grité desde la cocina.
- Si, ya voy~
- Vamos, debes comer la comida caliente. –Dije mientras ponía los platos en la mesa.

Salió de su habitación. Ya había llenado su habitación de fotos y adornos, incluso tenía fanarts de Big Bang. Torcí los ojos al darle un vistazo a su habitación. No la habia limpiado. Se sentó en la mesa con una sonrisa en su rostro. «Su amor por la comida nunca cambiará» pensé.

- ¿No recogiste tu habitación? –Pregunté mientras servía los fideos.
- No, estaba ocupada. Vi muchas fotos que tenía en una caja rosa.
- ¿Una caja rosa?-Pregunté confundido.
- Sí, era una caja que encontré en tus cosas. Dijiste que no la tomara, pero no pude evitarlo.
- Sabía que la tenías tú, está bien, puedes tomar cualquier cosa que sea mía.
- Gracias, espero que no vuelva a repetirse. –Susurró.
- ¿Qué dices?
- Nada. –Sonrió.

Comenzamos a comer. El ambiente era incómodo.

- ¿Te gusta? –Pregunté al ver que comía contenta.
- Sí, me encanta. –Sonrió.

Me levanté de la mesa después de terminar de comer. Puse mi plato en la mesa de la cocina, salí afuera y me senté en el escalón de la puerta. «Es realmente difícil sobrellevar su actitud» pensé, «Actuar dulce cuando sufres por dentro».

- ¿Estás bien? –Escuché la voz de Eun Bi detrás de mí.
- Ven, siéntate.

Obedeció. Seguí contemplando las flores del jardín.

- Oppa, ¿cómo termina el cuento?
- ¿El cuento? –Pregunté confundido.
- Si, el que me contaste anoche. El de la princesa terca y el rábano bonito.
- Ahh, sí. –Suspiré- La princesa dejo que las emociones la encerraran en una torre por dos años. Esta torre era tan fuerte que incluso olvido al pequeño y apuesto rábano, fue muy mala.
- ¿Qué pasó después? –Preguntó apretando mi brazo.
- El pequeño rábano se sintió muy triste...
- La princesa. –Interrumpió- Soy yo, ¿cierto?
- ¿Por qué lo dices? –Pregunté confundido.
- Yo, no pude recordarte por 2 semanas, comparados a los 2 años. Luego, fui muy mala contigo al actuar como una niña. Te sientes triste porque no puedo recordar casi nada.
- ¿Cómo...?
- No sé. –Interrumpió.