My Princess 💫 SinB X Jackson 💫

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- Pero, no logro entender como fue que te enteraste de que no era la verdadera Ellie, -reí- entonces, ¿es cierto lo que dicen de un sexto sentido?
- Quizá.

Habíamos llegado a nuestra reservación del hotel, el padre de Eun Bi había arreglado el asunto de Youngji, y la verdadera Ellie estaba en su casa todo este tiempo. Lo que me inquietaba sobre ella había quedado atrás, ahora seguía con la duda de que pensaba Eun Bi respecto a lo íntimo. Lo cual supuse que no le daba importancia aún, creo que no pensaba en esas cosas.

- Jackson, -se recostó a mi lado- ¿no te molesta?
- ¿Qué cosa? -La abracé.
- Digo, eres hombre, y siempre me tienes a tu lado sin importar que, pero... aún no, ya sabes. -Suspiró- Soy un poco lenta respecto a eso porque no sé realmente como tratar el tema, o si quiera como hacerlo. Creo que importa más que nos amemos, ¿no?
- En casi todos los libros de amor, -reí- casi siempre los protagonistas tienen encuentros íntimos poco después de estar saliendo, porque creen que el amor justifica el hecho de que pueden hacer lo que ellos quieran con sus parejas. Los escritores quieren dejar ver que es correcto, que no es de otro mundo el que dos jóvenes apasionados y enamorados duerman juntos sin preocupaciones ni ataduras. Es por eso que ven el matrimonio como algo opcional. Pero, no creo que realmente deba verse así.
- Sonará algo cursi para una sociedad que está acostumbrada a tener lo que quieren cuando quieren, son esclavos de sus deseos egoístas, pero, el matrimonio nos da a entender que es permanente la unión entre dos personas. Que la calentura ya no una causa del amor. Porque si realmente se amaran no se alejarían luego de que nazca un bebé, ¿cierto? Es como si vieran eso como un paraíso, y al momento de tener un hijo ven el matrimonio como una cadena que obliga a vivir junto a ella, y que el amor se acaba.
- Eres muy pensativa, Eun Bi. -Reí- Pero, no te preocupes, no te haré nada hasta que nos casemos, y, claro, me lo permitas.
- Gracias por pensar en mí, -besó suavemente mis labios- me encanta que me cuides en todo.
- Eso es lo que hacemos los esposos. -Sonreí.
- Por cierto, debo confesar que la vez que me quedé sola con Jungkook, en realidad nos besamos. No solo fue un abrazo. Aparte lloré como una niña porque pensé que me ibas a cortar solo por permitir que Jungkook me besara y tocara mi trasero.
- ¡¿Qué hizo qué?¡ -Me levanté.
- No te hagas, Youngji seguro te besó como mil veces y yo no te reproché nada. -Me señaló- Aparte, no creo que no hayas tocado su trasero alguna vez.
- ¿Cuál? -Ambos comenzamos a reír.
- Bueno, no importa. -Sonrió levantando las cejas de una forma peculiar- Hasta yo he tocado el tuyo.

Pensamientos lindos...