My Princess 💫 SinB X Jackson 💫

🌸 Capítulo 60 🌸

- Eun Bi, ven aquí. –Mi madre llamó desde la sala. Cerré la laptop, corrí a verla, creí que era algo urgente. Estaba sentada frente al televisor.
- Creí haberte dicho que no podías hablar con aquel chico.
- No, no dijiste eso. –Traté de reír, era obvio que estaba nerviosa.
- Perdona, lo olvidé. –Sonrió.
- Debo irme, papá dijo que volviera de inmediato. –Retrocedí.
- No, tu padre me dijo que no es nada serio. –Tomó un vaso lleno de sal, la observé confundida. Tiró la sal, junto con el vaso.
- Amm, mamá...
- Recógelo. –Señaló el piso.
- ¿Qué? –Dije con una sonrisa.
- Dije que lo recogas. Si vas a estar alejada de mí para siempre quiero que hagas todo lo que te diga mientras estés aquí. A menos que te vayas antes y tenga que traerte de vuelta alargando el año.
- Lo haré. –Caminé hasta ella. Comencé a recoger los vidrios.
- No olvides limpiar el ático. –Se levantó sin siquiera voltearme a ver.

¿Qué rayos le pasa? Hace poco estaba contenta de hablar con sus amigas, ahora me convertí en cenicienta de la nada. Aunque en parte no me molestaba porque eran cosas sencillas. No había ninguna ventana en mi habitación, las puertas de cada habitación eran vigiladas las 24 horas al día, ya no había teléfonos, solo el de la oficina de papá, en donde tenía denegada la entrada. Todo se había convertido en una cárcel. Taché el día de la boda de Jun, tuve que quedarme en casa ese día por ordenes de mi madre.

- Dijiste que podría ir. –Le dije mientras la observaba arreglarse para salir.
- Le dijiste a tu padre, más no a mí. –Contestó tranquilamente.
- Te dije también a ti. –Contesté mostrando mi enojo.
- No recuerdo, hija. Debo irme, voy tarde. –Sonrió.

No dije nada. Me voltee haciendo puño mis manos. Suspiré, se escuchó la puerta abrirse. Tenía que decirle algo.

- Cuando me case, nunca vendré a visitarte.

No contestó. Cerró la puerta. Las lágrimas cayeron de mi rostro, ¿cómo una madre tan linda se había convertido en un monstruo? Entre a mi habitación, no podía hacer otra cosa más que llorar en mi cama debajo de las sábanas.