Fangirl: Solo por ti

Seis

—Llevas diez minutos mirando la hamburguesa, ¿No que tenías hambre? —miro rodando los ojos a Theo.

—Theo —comienzo—. Me trajiste a rastras al locas —le recuerdo—. No quería comer contigo.

—Primero, yo tome tu mano, tú me seguiste.

Miro las manos en mi regazo, estúpido y hermoso Theo Pierce.

—Tu sabes que no te puedo decir que no.

—Segundo, yo no pedí por ti, cuando el camarero vino tu pediste sola.

—Tal vez si tenía hambre.

—Entonces —pasa su mano por su hermoso cabello—. ¿Por qué no comes?

—No quiero comer frente a ti —admito sonrojada.

— ¿Es eso? —asiento—. Bien, ahora comer.

Levanto la mirada y sonrío al verlo mirando por la ventana del local.

Con entusiasmo tomo la hamburguesa, muero de hambre.

—Gracias —hablo antes de probar.

—Date prisa, me voltearé.

—No —me apresuro a comer.

—Uno —suspiro—. Dos

—No te voltees —murmuro con la boca llena de comida.

—Tres —gira y estalla en carcajadas.

Trago con dificultad el último trozo de hamburguesa y lo miró con algo de enojo.

— ¿Qué? —espeto.

—Vamos, pensé que no querías comer conmigo por vergüenza.

—Sí, era por eso.

— ¿No sabes comer Keila? —pronuncia las palabras mirándome burlón.

—Claro que se comer, ¿por qué lo dices?

— ¡Keila!

Giro en busca del sonido y veo a Leyna y Luka entrar sonrojados muy cerca.

—Hola Leyn.

Al verme abre mucho sus ojos y corre hacia mí, frunzo el ceño al ver a Luka contener la risa.

—Mierda, Keila, ¿qué hiciste?

La miré confundida.

— ¿Puede alguien decirme que tengo? —Luka rió—. ¿Qué es tan gracioso? ¿Tengo la cara sucia acaso? —me levante mirando mi ropa.

—Keila, tienes mayonesa en tu mejilla y labios —murmuro por lo bajo Theo.

Tierra trágame

¿Cómo es que no me di cuenta antes?

Estaba estática parada junto a donde minutos antes había comido la hamburguesa, Theo me miraba burlón y Leyna con Luka se reían llamando la atención de todos los presentes.

Con los colores en mi cara tome rápidamente una servilleta y me limpie sacando todo rastro de mancha que alguna vez hubo en mi mejilla.

— ¡Eres un idiota! —chillé furiosa a Theo.

Todos los presentes me mirabas y se reían, sentí mis ojos picar.

—Keila, solo es una broma.

—Maldita sea Theo, todas estas personas se ríen de mí, por tu maldita culpa.

Se supone que se debe confiar en tu ídolo, Theo era un maldito inmaduro que se burló de mí.

—Keila a mamá no le gusta que maldigas —habló seria Leyna a mi lado.

—Me importa una mierda —la miré—. Maldigo el día que te conocí Theo Pierce.

Tomando mi bolso salí con la poca dignidad que me quedaba del local, escuche a Leyna disculparse y que corría detrás de mí, sin voltear a mirarla empecé a caminar a casa.

Las últimas calles las corrí, mis ojos picaban a más no poder. Al abrir la puerta de la casa Abby recibió alegre y me tiro a su habitación sin aceptar un no por mi parte.

Suspirando y conteniendo el llanto la seguí.

¿Por qué quería llorar? No había pasado nada del otro mundo, solo mi ídolo que se había burlado de mí, nada más.

—Mira Kei, él colocó algo en Twitter.

Sin prestar atención leo lo que Abby me muestra.

— "Solo yo hago que una chica linda me odie"

—Pobre chica —murmura mi hermana menor mirándome, asiento mirando mis pies.

Me señala otro y lo leo igual que antes, con voz indiferente.

— "Y prometo que cuando vea tu sonrisa me tendrás a tus pies, pues te juro, eres todo lo que yo soñé" —frunzo el ceño—. Tal vez está enamorado.

Y yo que pensé que el primer tweet era para mí, mucha es la coincidencia que dos chicas lo odien al mismo tiempo, pero yo no soy importante, no para que él lo coloque en un tweet.

—Mira, otro "Tal vez solo quería que rieras conmigo"

—Abby, para, Theo Pierce ya no me interesa, mantendré mi promesa con papá, nunca seré una fangirl.

Con pasos pesados me encamino a mi habitación y al aterrizar en mi cama, la primera lágrima cae, frustrada todo mi computador y seleccionando todas las fotos que descargué en la carpeta con su nombre, las elimino.

Theo Pierce no volverá a tener efecto en mí.

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