Orgullosos, rencorosos y serios.
Esos tres adjetivos describían a la perfección a los mellizos Dean y Kath Burton, de veinticinco años.
Luego de la muerte de su padre deciden ir a vivir a la ciudad donde su madre está viviendo.
Narra Dean Burton
Luego de un largo y aburrido viaje por fin llegamos a la ciudad donde mi madre y su nuevo esposo viven.
Bueno, nuevo, nuevo, no, a quien engaño, están hace más de dieciocho años juntos.
Kath carga a mi lado su pesada y abultada valija, yo con mi maleta de ruedas no tengo ningún problema.
—Dean, por favor —ruega junto a mí.
La recorro con la mirada, cada vez que lo hago me sorprendo mucho más en nuestro parecido, ella es una versión femenina de mí.
Nuestro pelo negro y ojos azules son lo que más resalta de nuestros cuerpos, y no me quejo pero aun siendo adultos es agotador ir cuidando a mi hermana de los chicos que creen poder tenerla por una noche.
—Bien —gruño tomando su valija y mi maleta.
Ella se apresura a caminar por delante de mí sonriendo y mirando coquetamente a cualquiera chico que pasa por su lado.
Luego de otro agotar viaje en taxi por fin estamos delante de una casa marrón. Desde fuera se ve tranquila y el vecindario también lo parece, suspiro aliviado, desde aquí podré seguir trabajando tranquilo.
— ¿Tocarás tú? —me mira a los ojos Kath.
—No, yo nunca quise venir con ella —resoplo.
Era cierto, ¿Quién quiere volver a ver a su madre cuando te abandonó con tu padre a los seis años?
Yo no, pero mi padre así lo pidió, que viviéramos en paz con mi madre y eso incluía pasar tiempo con ella, vivir con ella, y con sus otros hijos también, cabe resaltar.
—Bien, lo haré yo.
Sabía que mi hermana no estaba nada ansiosa por ver a esa mujer, al igual que yo era muy orgullosa, pero por papá haríamos lo que fuera.
—Hola —abrió una mujer aun sin mirarnos—. ¿Dean? ¿Kath? —se podía leer sorpresa en su mirada, pero además de eso, ningún signo de cariño.
(...)
—Iré a la compañía —avisé a Kath.
Había pasado un día y aun no me acostumbraba a vivir aquí, conocí a mi medio hermano Luka, pero aún faltaba Theo, que desde ayer no llegaba y mamá acusaba de todo a una tal Keila.
Papá era dueño de una revista que tenía una sede en esta ciudad, y antes de mudarnos había pedido que trasladaran todo para convertirla en la sede principal.
Al llegar las secretarias hacen una pequeña reverencia al pasar por mi lado, sin querer ruedo los ojos, odio que hagan eso.
Todas lo hicieron, excepto una, venía toda despeinada, estaba seguro que a penas y se había arreglado.
No me percaté de ella hasta que estuvo sobre mí en el piso, y el café que traía en la mano sobre mi camisa, justo en mi pecho.
Resoplé, desde que llegue a ésta ciudad nada bueno había pasado.
— ¿Qué no te fijas por dónde vas? —hable serio y algo enojado aun con ella encima.
—Lo siento, tú te cruzaste —me apuntó bastante enojada y segura de sus palabras.
— ¿Te piensas levantar?
—Deberías soltarme primero —cuando esas palabras salieron de sus labios noté que la tenía sujeta de la cintura.
Aclarándome la garganta y fingiendo restarle importancia a todo el asunto la solté para que ella rápidamente se levantara.
—Listo —mascullé mirando la gran mancha en mi camisa.
¡Era mi favorita!
—Espera, yo te he visto en algún lado —estaba aún frente a mí.
Alce una ceja y espere que ella dijera mi nombre, era el dueño de la empresa ahora y estoy al mando hace cinco años, ¿Cómo no sabe mi nombre?
—No tengo todo el tiempo —llamo su atención.
—No —masculla—. No sé quién eres.
—Dean Burton —murmuro.
Tan pronto como mi apellido sale de mis labios ella abre enormemente sus ojos y me mira algo sonrojada.
Intento esconder una sonrisa burlona pero sé que mis hoyuelos me delatan.
—E-ere-eres mi je-je-jefe.
—Sí, acabas de insultar y tratan mal a tu jefe —murmuro con un toque de diversión en mi voz.
—Soy Blaz, Blaz Buch —extiende su mano hacia mí, pero luego la retira y hace una reverencia.
¡Cielos!
—Dean, mucho gusto Blaz.
—A su servicio señor.
Luego de murmura las cuatro palabras corre en la dirección que antes venía, sonriendo la sigo con la mirada hasta perderla de vista.
¿Ella trabaja aquí?
Tal vez haberme mudado no sea tan malo.
¿Comentas?
¡Disfruten!
¿Tienen alguna teoría del porqué la madre de Theo abandonó a los mellizos?
¿Les gustó el capítulo?
En unos minutos subiré el apartado de preguntas y respuestas que prometí♥
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Fangirl: Solo por ti
HumorUna extraña atracción por Theo, las bromas de sus hermanas, una vida de instituto. Tal vez ser fangirl no es tan malo. ESTE ES UN BORRADOR DE LA OBRA, PRONTO SERÁ CORREGIDA. #04 en Humor 11/11/17 •Terminada el 07 de Noviembre del 2017♥ *Proh...