Veintiocho

1.6K 223 5
                                    

       

—Deberíamos irnos ya —murmuro sin despegar la vista de las nubes.

—Sí, deberíamos irnos —me imita Theo a mi lado.

Ninguno de dos hace además de pararse.

— ¿Qué hora es? —interrogo.

Siento como Theo a mi lado se mueve.

—Ocho de la mañana.

—Mamá me matará.

Me siento y por sobre mi hombro observo a Theo que se encuentra con los ojos cerrados.

—Deja de mirarme —abre los ojos pillándome en el acto.

— ¿Qué? —me hago la sorprendida—. Yo no te estaba mirando.

Muerdo mi labio nervioso, soy un asco para mentir y todos lo saben.

¡Dios! ¿Por qué no me diste el don de la mentira? O el don de la belleza también habría servido, solo digo.

—Eres una pésima mentirosa.

—Debemos irnos —desviando el tema me levanto esperando que él haga lo mismo.

(...)

Me detengo en la entrada y observo mi casa, eran pasado las nueve de la mañana, ¿Cómo lo haría para que mamá no me descubriera?

—Vamos por el balcón —Theo tira de mi brazo.

— ¿Cómo piensas hacerme subir? —exclamo intentado no subir mucho la voz.

Ambos observamos la ventana esperando que algo como una escalera caiga desde mi balcón.

¿Era muy pronto para pedir mi deseo de cumpleaños?

De repente en cámara lenta un lazo cae desde el balcón hasta nuestros pies, observo confundida a Theo.

—Yo subiré primero —asiente mirándome—. Te subiré cuando llegue arriba.

Espero y luego de varios intentos Theo llega y desaparecer de mi vista, espero alrededor de diez minutos más y nos hay señales de que Theo me ayude.

Pidiendo por favor no morir hoy empiezo a escalar como puedo.

Caigo tres veces desde una altura considerable como para no morir aun.

Con el quinto intento logro llegar al balcón y quejándome me coloco de pie.

Nota mental: Preguntar a papá cuanta es la altura del balcón, solo por curiosidad.

Al entrar a mi habitación observo la escena y me golpeo con mi palma la frente.

¿Seguros que no puedo cambiar a mi familia?

Theo al verme abre exageradamente los ojos y sin intentar articular palabras inclina la cabeza señalando a mi familia.

Mis padres y mis hermanas se encuentras mirándome acusadoramente desde mi cama tienen a mi ídolo en una silla atado de pies y manos, además de la boca tapada.

Tal vez somos algo idiotas, ¿Cómo nos confiamos de una cuerda que cayó justo a nuestros pies?

En mi defensa, pensé que era mi desea de cumpleaños.

—Saben que eso podrían contar como secuestro, ¿verdad? —señalo a Theo mirando acusadoramente a papá.

Estoy segura que él tiene algo que ver.

— ¿De dónde venían? —cuestiona papá ignorando mi pregunta.

—Theo me dio mi regalo de cumpleaños —me sonrojo al recordar como pasamos la noche observando las estrellas.

— ¡¿Qué él hizo que?!

Papá se levanta caminando directo a Theo y al darme cuenta de mis palabras comprendo lo que papá pensó.

¿Él cree que Theo y yo hicimos eso? Iugh.

— ¡Papá no! —chillo avergonzada—. Desátenlo —ordeno a Leyna y Abby.

Ellas sin decir palabras me obedecen.

—Entonces —mamá llama mi atención—. ¿No seré abuela?

Y Blaz estalla en carcajadas al ver mi cara.

¿Cuántas veces mamá ha preguntado eso delante de Theo?

—Gracias —Theo me mira con el ceño fruncido y se toma las muñecas.

¿Lo habrán lastimado?

—Un momento —me llevo la mano a la cadera—. ¿Desde cuándo sabían que yo me había escapado?

Ellos no habían llamado a la policía, eso significa que ellos sabían cuando me había ido y con quien.

Mamá es muy dramática con esas cosas.

—Bueno —empieza papá.

—No-Nosotros —tartamudeo mamá.

—Abby —miro a la menor de los Buch.

—Mamá y papá lo sabían desde que te escapaste, ella nos mandó a grabarte —Abby habla apresuradamente.

Miro a mamá y logro ver un pequeño sonrojo.

—Leyna —miro a mi hermana.

—Papá lo supo cuando caíste y gritaste, el dejo que Theo te llevara.

— ¿Por qué intentaron secuestrar a Theo? —cuestiono.

Este me mira algo sorprendido ante mi pacifica reacción.

—Es divertido —se encoje de hombros papá—. Y patético.

— ¿Soy patético? —pregunta Theo en un susurro a mi lado.

—Si lo eres, pero eso no viene al tema —le sonrío tranquilizándolo—. Lo sé, pero lo haces ver como idiota y eso no es divertido —entrecierro los ojos mirando a papá.

—Este chico es idiota.

—Sí, pero lo haces ver aún más idiota.

—Keila, no me defiendas —escucho que Theo me susurra.

—Cállate Theo todos aquí sabemos que eres idiota, no es ningún secreto.

—No soy idiota —Theo eleva la voz mirándome.

—Te gusto yo, ¿y dices no ser idiota?

—Debes estar muy idiota como para que te guste Keila —Blaz habla.

—Eso es verdad —apoyo a mi hermana mayor.

—Bien, todo resuelto, no seré abuela —mamá se levantan—. ¿Alguien quiere desayuno?

¿Por qué no me toco una familia normal?

Soy una buena chica.








¿Comentas?

Lamento la demora, he estado ocupada♥

Fangirl: Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora