Treinta y seis

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— ¿Debo ir? —cuestioné algo confusa a Abby.

Si señores y señoras, como la adulta madura que soy de pido consejos a Abby Buch, una niña de diez años.

— ¿Él te invitó a su cumpleaños?

Cuidado, ella es una niña muy diabólica.

— ¡Abby! —chillé—. Sabes que no lo hizo —me quejé.

—Entonces no vayas —habló obvia.

Bien, tal vez pedir consejos a Abby no fue la mejor idea.

— ¡Leyna! —chillé.

Eso era lo buena de tener varias hermanas, todas me ayudarían.

— ¿Qué pasó? —entró rápidamente a mi cuarto.

—Tu, vete, no ayudas —miré mal a Abby, está hizo muecas.

—Te enojas porque te dije la verdad —rió, y más me enfurecí.

Detesto que ella tenga razón, Theo no me invitó a esta maldita fiesta.

— ¿Es sobre Theo otra vez? —se quejó.

—Oye —proteste—. Yo no me lo pasó hablando todo el día de Theo.

— ¿Estás segura de eso? —Blaz cuestionó recargada en el marco de la puerta.

—Entra, tú también ayudarás.

—Bien. Pero luego ustedes me ayudarán, no soporto a mi jefe, si ese jefe, hermano de tu novio —lo último lo dijo con burla.

—Dean parece buen tipo —me burle.

Según Blaz su jefe, Dean Burton era un idiota, amargado y que la sobreexplotaba, además la había pedido como secretaria personal, incluso cuando ya tenía una.

— ¡Dean Burton es un idiota! —chilló.

Levante las palmas de mis manos en rendición, hablar bien del jefe de Blaz podría ocasionar un homicidio.

Aún era muy joven para morir, y tenía una fiesta a la que ir.

(...)

—Bien, este es el plan —llamo la atención Leyna—. Tú y Blaz irán a donde mamá y papá, dirán que Theo las invitó a su cumpleaños pero no pudo hablar con ellos porque lo llamaron, yo arreglaré su ropa.

— ¿Por qué debo ir yo? —frunció el ceño Blaz—. Además mi estúpido jefe estará allí.

—Por qué me amas, y debes ayudar a tu hermana pequeña —coloque una inocente sonrisa en mi rostro.

—Primero, no te amo, y segundo eres mi hermana, por desgracia —río ante su propia broma.

—No es gracioso —me queje.

—Apúrense —nos regañó Leyna—. Mamá y papá están en la cocina.

Bajamos temerosas, ¿Por qué Leyna pensaba que papá aceptaría?

—Hola papá —sonreí nerviosa, y codee a Blaz para que hablara, ella era mayor.

—Papá, mamá —llamo la atención Blaz, ambos adultos la miraron—. Keila quiere decirles algo.

La miré como si quisiera matarla.

—Nos invitaron a una fiesta y luego un auto volador pasó y yo lo destruí con mi rayo láser.

Blaz nervioso intento detener la carcajada pero no pudo, y su estruendosa risa estalló, siendo el único sonido en la cocina.

—Dios mío —se quejó Leyna entrando—. ¿Por qué las envié a ustedes? No pueden hacer nada bien.

Papá y mamá nos miraron enojados.

Estamos en problemas.

Adiós adolescencia, fiesta de Theo, futuras fiestas a las que no soy invitada, adiós vida social que no tengo.

—Aun no las entiendo —mamá habló—. Se supone que ustedes son mayores de edad —me apuntó a mí y a Blaz.

— ¡Madre! —me hice la ofendida llevando una mano al pecho—. Yo aún tengo diecisiete, la vieja aquí es Blaz.

— ¡Oye! —la nombrada me golpeó la cabeza.

Me quejé, la estúpida esa piensa que sus golpes no dueles.

Como buena hermana que soy estrellé mi codo en su estómago, lanzo un chillido y se dobló de dolor.

En mi defensa ella golpeó mi morada cabeza primero.

— ¡Por qué hay tantos gritó! —entro gritando Abby— ¡Dios, porque no me diste una familia normal!

Lo último lo grito con los brazos abiertos mirando el techo de la cocina.

Con Blaz y Leyna miramos el techo confundidas.

—Abby, Dios no está en el techo —murmuró por lo bajó Blaz.

Gruñendo nos golpeó en el brazo y salió de la habitación, todos guardamos silencio, con mis hermanas nos mirábamos nerviosas en cambio nuestro padres nos miraban entre enojados y sorprendidos.

—Y, sobre la fiesta —empecé a murmura.

— ¡No! —me cortó papá.

— ¡Por qué! —me quejé.

—Y todavía pregunta el por qué —rió sarcástico papá—. Vimos lo que pasó en tú fiesta.

Me apuntó y palidecí, entonces ellos vieron ¡A Kelly!

¡Maldita cerda sexy roba Theo's!

— ¡Juro que ese cerdo me provoco! —me defendí—. ¡Incluso desvistió a Theo y yo no lo soporté, la quería matar pero no lo hice!

Leyna colocó una mano en mi boca impidiendo que siguiera hablando.

— ¿Qué cerdo? —mamá nos miró confundida—. Tu padre hablaba de mi jarrón, lo rompieron.

¡Mierda!

¿Quería ir a la fiesta? Olvidémoslo.

¿Qué es mejor? ¿Libros de amor o de desamor?

Debo cumplir una condena en la cárcel, mi habitación.

¿Por qué tuve que nombrar a Kelly?








¿Comentas?

Nos acercamos al final de la historia. ¿Cómo creen que termine?

Capítulo dedicado a @Cammilaa7, la respuesta al acertijo era con el botón. En todos los países a un ascensor o elevador para llamarlo se presiona el botón.


Acertijo: El padre de Luisa tiene cinco hijas, Lala, Lela, Lila, Lola y ¿la otra como se llama?

Fangirl: Solo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora