Capítulo dieciséis. Su forma de decir ''te quiero''.

104 12 2
                                    



Tahiel.



No pude resistirme más.

Cuando escuché de sus propios labios que no se arrepentía de habernos besado simplemente dejé ir mis impulsos y la besé de nuevo. Aunque no se arrepintiese de aquel beso, nadie me aseguraba que no me fuese a patear el trasero al besarla esta vez pero no lo hizo y eso me tranquilizó bastante, no solo por el hecho de no tener un moratón en uno de mis glúteos, sino porque eso significaba que ella tenía las mismas ganas de besarme que yo. O al menos eso esperaba.

Sé que tenía razón. Algo iba mal entre nosotros. Somos enemigos y los enemigos no se besan, se matan y últimamente no hemos mandado al otro al hospital. Yo mismo le ordeno a Lucas que no confraternice con el enemigo y soy yo el que ando besando a Anne como si mi vida dependiese de sus besos.

Y quizás así sea.

En clase de psicología habíamos dado que el amor se asemeja mucho a la droga y aunque yo no esté enamorado (o un 50% de mi cerebro piensa eso) de esa chiflada, sí que me siento como si fuese adicto a su tacto, a su cercanía y a sus besos. Lo que me lleva a plantearme la posibilidad de que sí que esté enamorado de esa loca o como mínimo sienta algo por ella. Eso explicaría los síntomas que estaba experimentando. En vez de ser un virus mortal, es algo mucho peor: amor.

Enamorarme no es una de mis prioridades ni algo que me llame mucho la atención. Mi plan para enamorarme era poder conocer a la chica idónea con treinta años, pero no antes y mucho menos que esa chica fuese Anne. Es bruta, maleducada, perversa, antipática... Y miles de adjetivos más que mi mente no es capaz de recordar porque se siente completamente ocupada con la idea de que esté comenzando a sentir sentimientos nada peligrosos por esa morena.

Lo peor de todo es que seríamos un cliché y ni a ella ni a mí nos gusta lo cliché. Ambos nos hemos burlado millones de veces de la relación que han tenido sus padres y hemos asumido que eso solo ocurre en novelas y películas. Incluso juramos que nosotros no acabaríamos juntos ni le daríamos la razón a las absurdas ideas que teníamos los demás sobre que nos convertiríamos en una pareja; siempre que nos imaginábamos eso ambos sentíamos arcadas y nos mirábamos con más repulsión que de costumbre. No sé por qué pero ahora mismo no es que me desagrade del todo ese pensamiento, es decir, evidentemente no quiero acabar con ella pero si hubiese una escasa posibilidad de un 5% de que acabásemos juntos, ¿qué era lo que podría salir mal? Exceptuando que quemaríamos nuestra casa, haríamos que todos nuestros vecinos se mudasen y probablemente nos podrían unas cuantas multas por escándalo público.

Estoy delirando. No sé por qué demonios me estoy planteando este tipo de cosas. Ese beso me ha afectado más de lo que debería y muchísimo más que los otros que nos hemos dado. Los otros habían sido por venganza o por demostrar superioridad ante el otro; pero este... Este sí que ha sido fruto de nuestros sentimientos.

Y eso me asusta.

—No estás prestando atención. —inquirió Miguel dándome con su libreta en la cabeza.

—Y luego dices que yo soy el despistado... —farfulla Lucas.

—No sé qué te habrá hecho Anne pero si te ha drogado deberíamos ir al hospital ya. —comentó Miguel jugueteando con el bolígrafo. —Tienes que estar atento a nuestra estrategia.

Últimamente nuestro tema principal eran las drogas. Vaya manía que teníamos con ellas.

—Encerrarla en un agujero lleno de serpientes; el plan es bastante sencillo. —mencioné. Lo que menos me apetecía ahora es lastimar a esa morena pero si no tomaba cartas sobre el asunto de los anuncios bochornosos en el periódico de Dylan, todos podían darse cuenta de que algo estaba pasando con nosotros y prefiero averiguarlo yo antes. —Creo que deberíamos ser un poco más benevolentes, eso es algo excesivo. Esa confabulación la podríamos llevar acabo más adelante, cuando haga algo muchísimo más extremo. —los dos chicos me miraron con incredulidad.

Nunca en la vida. (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora