XVIII

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Nuevamente en el aeropuerto, pero ésta vez no era para irse, sino para despedir a su madre que felizmente se iría de luna de miel.

Era sábado en la mañana, no muy temprano. Frank estaba sentado junto a su madre esperando a que el vuelo saliera, los hermanos Way estaban junto a su padre.

—Ya saben, chicos. No quiero problemas.

—Tranquilo, papá. Estuviste repitiendo eso por toda la mañana — dijo Mikey —. No pasará nada.

—Confiaré en ustedes...

—Lindsey — exclamó Gerard al ver a la mencionada acercarse a ellos.

—Hola Gee — ella se acercó a abrazarle para luego implantarle un beso en la mejilla.

—Lindsey, no te esperábamos — le dijo Donald.

—Lo siento, quería venir a despedirme. ¿Como estás Linda?

—Bien, gracias.

—Ah... lo siento — se dirijo a Frank —. No me presenté, soy Lindsey.

—Mucho gusto, me llamo Frank Anthony Thomas Iero Pricolo.

—Wow es un nombre largo — se rió.

—Ya me lo han dicho — respondió serio lo que hizo que Lindsey se sintiera mal.

—¿Dije algo malo? — le susurró a Gerard.

—No, él es así.

Después de media hora por fin salió el vuelo.

—El automóvil está afuera, lleven a Frank a casa... los visitará de vez en cuando, si él quiere — les dijo Donald en el pasillo antes de subir al avión.

Una vez que ambos partieron, los cuatro caminaron hasta el estacionamiento.

Gerard subió al asiento del conductor, Lindsey al del copiloto, Frankie y Mikey en los asientos de atrás.

—¿A dónde te llevamos Frank? — preguntó Gerard con la vista en la calle.

—Si me dejan en mi departamento estaría bien.

—Pues, allá vamos.

El auto se estacionó al frente del edificio y Frank se despidió para luego bajar.

En la puerta del ascensor se encontró a Ray, que tenía la intención de subir al departamento de Frank.

—Hola Ray. ¿Qué haces aquí?

—Hola Anthony, traje pizza para almorzar. Me enteré de que Linda se fue hoy.

—Ah sí, se veía feliz.

Ambos subieron por el ascensor, hasta que llegaron al departamento de Frank, entraron y lo primero que hizo Frank fue lavarse las manos.

—¿Tienes Coca Cola? — preguntó Ray abriendo el refrigerador.

—En la parte de arriba — respondió Frank desde la sala.

—¿Cómo es posible que ordenes todo de acuerdo a las calorías?... ¿Y los cereales de acuerdo a la cantidad de fibra? En serio te obsesiona el tema del orden.

—No es la gran cosa.

—Si como tú digas.

Ray se sentó en el sofá al lado de Frank y abrió la caja de pizza.

—No me importa si eres vegetariano, te comes esta pizza porque te la comes — Ray le pasó un plato a Frank.

—Sólo la comeré porque no sé cocinar... y tengo hambre.

Ray se rió por lo bajo y empezaron a comer viendo en la televisión una serie de ciencia ficción.

Frank ya se había acostumbrado a despertar, almorzar y hacer muchas cosas solo. Por lo general le molestaba la presencia de personas, pero con Ray no era así. Ray era una de las pocas personas que tenían el privilegio de convivir con Frank, a una distancia corta.

Llegó el momento en el que Ray tuvo que despedirse para volver a su departamento, mientras salía del departamento se encontró con Jamia que tenía la intención de entrar.

—Ray, como estás — saludó ella.

—Bien... vienes a ver a Frank, supongo.

—Así es.

—Que les vaya bien. Nos vemos luego.

—Sí.

Jamia entró al departamento y vio a Frank aún sentado en el sofá con su vista perdida en el televisor.

—Frankie... — se acercó a él.

—Jam ¿en qué momento entraste?

—La puerta estaba abierta — respondió sentándose al lado de él —. ¿Mamá Linda ya se fue?

—Sí.

—Hubiera querido despedirme, lo malo es que  no tenía tiempo.

—No te preocupes, ella entiende.

Ambos se distrajeron viendo la televisión, no era algo que hacían por primera vez. Frank recordó lo que le dijo su madre con respecto a Jamia, tenía razón, en cierto modo. Y el asunto de sentimientos era algo que no era relevante para Frank, así que podía hacerlo si a su madre eso le hacía feliz, podía casarse con Jamia y formar una familia, de todos modos era una linda e inteligente chica.

—¿Quieres palomitas? — preguntó Jamia levantándose del sofá.

—Sí, pondré una película.

Jamia fue un momento a la cocina, Frank buscó una pelirrojo. Al volver, Jamia se sentó en el lugar que estaba anteriormente.

Y nuevamente el silencio inundó todo el lugar.
Jamia se sentía incómoda, era extraño, jamás se había sentido así con su amigo. Pasaron tantas cosas juntos que ella ya se había acostumbrado a estar con Frank en cualquier situación. Pero no entendía por qué ahora era tan distinto.

Frank apoyó su cabeza en el hombro de Jamia, a lo que ella no sabía como reaccionar ¿desde cuándo Frank soportaba tanto contacto físico?

—Frank... ¿sucede algo?

—No, nada — respondió con su vista aún en el televisor.

Frank se acercó mucho más a Jamia, entonces volteó a verla.
Acercó su rostro más al de ella, la distancia era muy escasa. Sentía que Jamia estaba nerviosa, su respiración era agitada y sus pupilas estaban dilatadas. Frank era todo lo contrario, en ese momento se sorprendió por la facilidad con la que una persona llega hasta ese estado, no lo comprendía, no lo sentía igual. Pero que más daba.

Por instinto Jamia trato de juntar sus labios con los de Frank, pero este, al verse envuelto es esa situación alcanzó a besarle solo en la mejilla.

Al separarse, Jamia abrió los ojos, no era lo que ella esperaba. Aún así no quitaba lo extraño, porque Frank solo la besó en la mejilla, pero al menos la besó.

—Ah, debo irme... ya es tarde — dijo a penas Jamia.

—¿Segura? Es que...

—Sí, hasta luego.

Jamia tomó su bolso y salió del departamento azotando la puerta.

—Las personas son complicadas... — se dijo Frank a si mismo para luego sentarse en el sofá.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Bullying a Jamia XD.

La historia la necesita pero  amo el frerard.

Lean la segunda parte de acaso te parezco normal :v

S lng nd gd nght

Polimatía [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora