—¿Palomitas dulces? — preguntó Gerard señalando la dulcería del cine.
—¿Qué pasa contigo? Una película en el cine no es lo mismo, mejor dicho, es un asco con palomitas dulces. Ni siquiera deberían existir.
—Las normales, entonces.
—Mantequilla doble.
Gerard caminó hasta la fila para comprar palomitas. Frank le dijo que no quería compartir, entonces tuvo que comprar un balde pequeño para él y uno grande para Frank ya que este venía con el muñeco de la película.
Una vez que ya tenían todo entraron a la sala, Frank pasó por varios asientos como si estuviera buscando algo.
—Frank ¿qué haces? Ya sentémonos — le dijo Gerard sosteniendo los dos baldes de palomitas.
—Estoy buscando un buen lugar.
—¿Y allá? — señaló con su cabeza —. Parece un buen lugar.
—No, ya probé y no tiene buena acústica.
—¿Qué? — preguntó confundido.
—¡Aquí! — Frank se sentó rápidamente siendo seguido por Gerard.
En toda la película Frank no despegaba su vista de la pantalla, por otra parte, Gerard no podía despegar su vista de Frank. Le gustaba ver como a veces sonreía, o como llevaba una palomita a su boca. No podía sentirse mejor, ahora sabía que había algo que amaba con todas sus fuerzas, y era estar con Frank.
Al terminar la película ambos salieron de la sala de cine. Frank, obviamente, no terminó sus palomitas, así que llevaba el balde en sus brazos abrasándolo como si fuera un niño. Gerard al verlo pensó que se veía muy tierno haciendo eso, mucho más sosteniendo a su muñeco en una de sus manos.
—¿Ahora a donde vamos? — preguntó Gerard.
—Si me llevas a mi casa, estaría bien.
—No... mejor vamos por un helado ¿sí?
—Bueno, por cierto. ¿Sabías que el emperador romano Nerón enviaba a sus sirvientes a buscar nieve para luego mezclarla con néctar de frutas y miel? Es interesante, fue por aproximadamente en los años 54 al 68 E.C.
—Ah... buena onda. ¿Vamos?
Frank se sentó en una mesa del patio de comidas mientras Gerard iba a comprar los helados. Al regresar se sentó al lado de Frank y comieron en silencio.
Al terminar Frank le pidió una paleta de dulce, Gerard se la compró. Se veía un poco raro comprando cualquier cosa para complacer a Frank, pero no le importaba. Solo lo quería a él, lo demás no importaba.
Ya era un poco tarde y Frank le pidió que lo llevara a su departamento.
Subieron al automóvil del pelirrojo y este condujo con el disco de The Misfist reproduciéndose a todo volumen.
Llegaron al edificio y Gerard acompañó a Frank hasta su departamento, al entrar todo estaba oscuro. Una vez que Frank encendió la luz vio a Ray sentado en el sofá.
—¿Qué haces aquí, Ray?
—Hola, Anthony. Creí que estarías pero no fue así, preferí esperarte y vaya sorpresa — se rió.
—Solo lo llevé al cine — dijo Gerard.
—Me regaló un muñeco — continuó Frank enseñando el regalo de Gerard.
—Espero que no haya comido mucho dulce — Ray miró a Frank —. Si es así tú deberás quedarte con él y calmarlo.
—Claro que no... solo comimos helado, soda, palomitas y le compré una paleta — enumeraba con sus dedos.
—Eso es demasiado.
—No, Ray. Estoy bien... además ya tengo sueño.
—Entonces ve a dormir, de otra forma el azúcar hará efecto y no podrás hacerlo.
Frank caminó lentamente a su habitación. Una vez que su puerta se cerró Ray miró a Gerard de una forma amenazante.
—¿Algún problema? — preguntó el pelirrojo.
—¿Qué haces con el enano?
—Nada.
—Ajá, escucha él es un poco ingenuo ¿sí?... aparenta todo lo contrario pero en realidad es como un niño. Y tú, bueno tú eres tú, pero Anthony es como mi hermano y si le haces algo te prometo que conseguiré algún tipo de droga oculta y te la inyectaré, o tal vez pueda usarte como conejillo de indias en algún laboratorio. Las pruebas en humanos, comúnmente, no son permitidas.
—Yo no pienso hacerle nada malo a Frank, sé que todos piensan mal de mí. Pero, en serio no le haré daño, todo lo contrario.
—Entonces ¿cuáles son tus intenciones con él?
—Yo... yo, solo quiero poder quererlo.
—No sé si debo creerte — se cruzó de brazos —. Después de lo que hiciste...
—¿Después de lo que hice? Yo no hice nada.
—Olvídalo... el punto es que tengo motivos para desconfiar de ti.
—Te demostraré lo contrario, le demostraré a Frank que puede confiar en mí. Me lo demostraré.
—Si lo haces entonces te creeré, pero si no...
—Ya sé, me preparo para un laboratorio.
—Exacto, mocoso.
Ray tomó su chaqueta y caminó hasta la puerta.
—¿Ya te vas?
—Sí, te dije que cuidarás de Anthony.
—Pero él ya se durmió.
—¡¿Dónde está mi pizarrón?! — se escuchó la voz de Frank desde su habitación.
—Ahora es asunto tuyo — Ray salió de ahí lo más rápido que pudo.
Gerard pasó sus manos por su brillante cabello. Una vez le dieron unas pastillas para dormir, tal vez ahora pueda usarlas.
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Hola
Solo vengo a decir que pronto escribiré un fanfic con la colaboración de... alguien(?
Ya luego diré con quien XD
Eso
Va a estar cool
Fin del espacio publicitario
S lng nd gd nght
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Polimatía [Frerard]
FanfictionPolímatas o como muchos suelen llamarlos, "personas superdotadas". Personas cuyo conocimiento y sabiduría no conoce barreras. Frank Iero es uno de esos "niños superdotados" lo que le provocará llevar una vida social muy difícil. Pues éstas personas...