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La cena no era muy prendida, por así decirlo, pero al menos lograron mantener una conversación relativamente larga.

—¿Entonces lograste ingresar a Oxford a los quince años? — preguntó Gerard sorprendido.

—Así es, hubiera ingresado antes pero me hacían falta algunos estudios. Es que mi estadía allí fue algo que realmente me sorprendió.

—¿En qué escuela estudiaste?

Frank no estaba seguro de responder esa pregunta, no quería que Gerard lo supiera.

—Solo diré que ingresé a los cuatro años. El resto me gustaría olvidarlo.

—Comprendo...

—Es increíble escuchar algo como eso mientras sabes que tu hermano aún cursa su último año de universidad — comentó Mikey divertido.

—Hey, estoy a punto de graduarme de Bellas Artes. Me siento orgulloso de mi mismo.

—¿Te sientes orgulloso de realizar algunos bocetos y ponerles color? Que extraña forma de apreciación personal.

—Bueno, deberías visitarme algún día. Hay mucha gente talentosa trabajando junta.

—No es de mi interés pararme en frente de tontos prejuiciosos que no reconocerían a un genio aunque lo tuvieran en frente. Es sin mencionar que soy guapo.

Gerard abrió la boca para decir algo pero finalmente se vio interrumpido.

—Como sea, cambiemos de tema — dijo Mikey.

—¿Que tal un chiste? — preguntó Frank emocionado —. ¿Por qué la gallina cruzó la cinta de Möbius?

—¿Por qué?

—Para llegar al mismo lado — empezó a reírse como nunca.

Aunque era todo lo contrario con los hermanos, ellos veían sorprendidos como Frank se reía sin parar.

—Eh... sí, supongo que es muy gracioso — mencionó Mikey.

Ambos seguían viendo serios a Frank, hasta que el lo notó.

—¿Qué tal otro?... uno más simple — Frank se detuvo a pensar —. Ya sé, ¿cual es el animal que tiene entre tres y cuatro ojos?

—¿Cual?

—El piojo — volvió a reírse.

Nuevamente los chicos quedaron serios y aquél chiste no les causó nada de gracia.

Al terminar la cena Frank fue a su habitación temporal. Mikey fue a la biblioteca a refugiarse, como casi siempre.

—Aparte de tu habitación, este es tu lugar favorito — dijo Gerard entrando a la biblioteca.

—¿Aún no te has dormido?

—El insomnio — respondió sentándose en uno de los sofás.

—¿Puedo preguntar algo?

—Claro.

—¿A qué se debe tu repentino interés por Frank?

—No entiendo que quieres decir con eso, yo solo intento llevarme bien con él. Recuerda que su mamá se caso con papá.

—Exacto, papá le tiene mucho cariño a Frank. Como él dice, ahora somos familia.

—Sí lo sé, es por eso que trato de llevarme bien con él. Linda es una buena persona y papá esta feliz, no soy nadie para destrozar eso.

—El viejo Gerard lo hubiera hecho.

—Tú lo dijiste, pero ese Gerard ya murió. Ahora trato de rectificarme, no sé por que la mayoría no lo comprende.

—Yo si. Pero debes comprender que en tu adolecencia decepcionaste a papá, y ahora se le hace difícil confiar en ti ¿acaso olvidaste todo lo que hiciste?

—Claro que no lo he olvidado, es por eso que quiero cambiar — empezó a frotarse la sien como signo de preocupación.

—Y eso está bien, ¿pero qué tiene que ver Frank?

—Es que cuando lo veo sólo recuerdo a esos niños que solía molestar en la escuela. Y no sé... quiero rectificarme.

—Está bien, solo recuerda que Frank es un chico inocente. Si bien es capaz de notar fácilmente lo que nosotros no, para él es difícil notar las malas intenciones de las personas.

—Lo sé. Él me hace pensar en todas las estupideces que hacía y agh... ni siquiera sé porque lo hacía. Supongo que me sentía mal.

—¿Mal por qué?

—Había un niño en mi clase, era muy avanzado y yo sentía envidia. Es decir, los maestros aprecian más a los chicos que son buenos para matemáticas o física, mientras yo solo servía para hacer dibujos en mi cuaderno.

—Además, o sea. Solo imagina que uno de esos niños que solías molestar, estuviera aquí. ¿Qué harías en ese caso?

—Ya te dije que quiero rectificarme, y me gustaría poder pedir perdón aunque sé que ahora no puedo hacerlo.

—Ay, Gerard — suspiró —. Sabes que te quiero, solo no me decepciones.

—No lo haré. Por cierto me molestó el comentario de Frank en la cena.

—Creo que esa es su forma de ser, es muy pedante.

—Lo sé... y sus chistes, creo que tendremos que abrir un libro de física para entender lo que dijo.

Ambos rieron.

—Por cierto, ¿como vas con Lindsey?

Gerard cambió totalmente su expresión en un tiempo récord.

—Terminé con ella.

—¿Qué? ¿Por qué? Creí que su relación andaba bien.

—Así era,pero no sé que pasó. Tuvimos una discusión y ella dijo que no quería volver a verme... y yo le dije lo mismo. Entonces ella dijo que lo mejor sería terminar.

—Lo siento.

—No la entiendo, ¿lo mejor para quién? — exclamó molesto —. Yo creí que llegaríamos a mucho más.

—Bueno, recuerda que las cosas pasan por algo. Tal vez ella no era para ti.

—Aún así, no puedo evitar extrañarla.

Mikey se sentó al lado de su hermano, al mismo tiempo que lo abrazaba por los hombros para darle consuelo.

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Señoras y señores oficialmente empieza el frerard

Pero no faltará drama.

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Polimatía [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora