III

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A medida que pasaba el tiempo la amistad de esos tres niños se hacías más fuerte.

—Miren lo que tengo — Jamia sacó tres pulseras de su mochila.

—¿Qué es eso? — preguntó Patrick.

—Pulseras, así estaremos siempre juntos.

Le puso una pulsera a cada uno, la de color negro se la dio a Frank, la de rojo a Patrick y ella se quedo con la de color rosa.

—Son muy bonitas Jam — dijo Patrick.

—Verdad que sí, deben prometer nunca quitárselas.

—Sí — dijeron los dos al unísono.

Y como habían prometido en ningún momento se sacaron las pulseras, para ellos eran especiales.

Diez años después, se convirtieron en los mejores amigos, ninguno de ellos se imaginaba una vida sin el otro.

Frank con catorce años cursaba el último año de escuela. Había logrado subir de grado rápidamente, pues sus docentes creían en su alto potencial.

Durante sus años en la escuela Frank se involucro en varios eventos dedicados a la ciencia y fue ganador de olimpiadas en el área de física tres años consecutivos. Al igual que sus dos amigos, con la diferencia de que ellos participaban en otras áreas.

Por otro lado Jamia y Patrick aún debían esperar un año más para su graduación.

—Hey...estás muy distraído.

Frank salió de trance para voltear a ver a su amiga.

—Perdón Jamia, ¿qué me decías?

—Solo te preguntaba si querías cenar en mi casa.

—Oh, pues...está bien.

—Bien, le diré también a Patrick.

Jamia se sentó junto a Frank en las escaleras de la escuela, era hora del almuerzo, el único momento en el que podían verse.

Frank continuó en silencio, Jamia lo notó, conocía muy bien a su amigo y sabía que algo le inquietaba pero decidió no decir nada al respecto.

Un momento después llegó Patrick.

—Hola — los saludó con su típica expresión seria.

—Hola...por cierto, quería invitarte a cenar en mi casa.

—¿Querías?... ¿Ahora ya no quieres?

—Patrick — le miró molesta.

—Lo siento — sonrió —. Pero sí, sí quiero cenar en tu casa.

—Perfecto, también podríamos jugar algo, no sé.

Patrick le mandó una mirada a Jamia preguntando sobre Frank, Jamia comprendió lo que quería Patrick y le respondió con un gesto indicándole que no tenía idea.

Patrick al comprender lo que quería expresar, se acercó a Frank para preguntarle.

—Frank, ¿pasa algo?

—¿Eh?... No, no es nada.

—¿Acaso alguien te molestó? — preguntó Jamia —. Porque si es así dime quien fue y yo...

—No es nada de eso.

—Entonces ¿qué ocurre?

Suspiró — es solo que...

La campana se dejo escuchar por toda la escuela interrumpiendo a Frank.

—Debo ir a clase... Nos vemos en tu casa Jam.

Polimatía [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora