XV

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Al día siguiente Frank bajó a desayunar, era algo que el hubiera preferido evitar pero su mamá insistió.

El silencio en el comedor era de horror, solo se escuchaba el sonido de los cubiertos chocar contra los platos.

—¿Y cuándo saldrán de luna de miel? — preguntó Mikey para romper el silencio.

—En una semana... queremos dejar las cosas bien aquí para poder irnos tranquilos. ¿Verdad Linda?

—Así es — ella sonrió —. Frank ¿qué harás hoy?

—Eh... pues, solo iré a comprar algunas cosas con Ray.

—Vendrás a dormir ¿verdad?

—No lo sé mamá...

—Frank, te propongo que  te quedes al menos esta semana aquí — le dijo Donald —. Para pasar más tiempo con tu mamá antes de que nos vayamos de luna de miel.

—Por favor, Frank. No quiero extrañarte tanto.

—Está bien... pero... agh.

—Tranquilo Frank, me encargaré de que la pases bien — le dijo Mikey sonriendo levemente.

—¿Ven? Ya están llevándose bien. Es un avance — mencionó Donald.

—Claro.

Al terminar el desayuno, Frank salió de la casa para encontrarse con Ray. Una vez estando juntos, fueron a una mueblería. Pasaron gran parte del día viendo catálogos, escogiendo el color de la alfombra y cosas así.

Frank escogió todos sus muebles de color negro, al igual que el resto de la decoración, llevaba colores oscuros.

Una vez que terminaron, Ray llevó a Frank a un restaurante de comida vegetariana.

—No entiendo porque no te gusta mi propuesta.

—Es que, porque debo ser yo el primero en viajar en una máquina de teletransportacion... si es que tú algún día llegas a construirla — respondió Frank.

—Porque eres de confianza... y necesito a alguien inteligente.

—Lo que necesitas es un conejillo de indias.

—Tal vez... y qué me dices de la máquina del tiempo ¿viajarías en ella?

—Pues, al viajar en una máquina del tiempo existe la posibilidad de que quede atrapado en una dimensión desconocida... pero suena bien.

—Sí, podría ser como en esa película. ¿Cómo se llama?

—¿De vuelta al futuro?

—Ah, sí... tú serías Marty y yo el doctor.

—Creo que ya nos parecemos a ellos, aunque claro, yo soy más inteligente.

—¿Lo ves? Esos papeles fueron hechos para nosotros... debemos construir la máquina del tiempo.

—Antes debemos saber a ciencia cierta lo que es el tiempo realmente.

—Eso se relaciona mucho a los estudios realizados por Copernico.

—Copernico me recuerda cuando tenía cinco años, me encerraba en mi habitación a leer todas sus teorías. Desde entonces es que sueño con el viaje en el tiempo.

—Aunque el universo es algo realmente confuso... no es fácil jugar con las líneas de tiempo, eso podría causar una paradoja, lo que conlleva a la destrucción de nuestra galaxia... o tal vez más.

—Estás en lo cierto.

Cuando terminaron, pagaron la cuenta y Ray llevó a Frank a su casa. A éste último no le gustaba la idea de volver pero no tenía de otra, su mamá estaba en lo cierto y era más cómodo quedarse en esa casa que en un departamento sin muebles.

Ray dejó a Frank en la puerta para luego marcharse, Frank entró a la casa y en sala vio a su madre sentada en el sofá, al parecer leyendo un libro.

—Mamá ya llegué — anunció sentándose a su lado.

—Hola cariño — ella le dio un beso en la mejilla.

—¿Estás sola?

—Sí, los chicos no están y Donald salió un momento.

—Ah... mamá, ¿puedo preguntar algo?

—Claro, Frankie.

—¿Cómo es la relación entre tú y los hijos de Donald?

—Bien... Mikey es el más amable, es un buen chico. Gerard también pero él es un poco... difícil, aunque también es muy bueno.

—Ah.

—Ambos están en la universidad. Creo que Gerard estudia arte y Mikey medicina, no estoy segura.

—¿A dónde irás con Donald?

—Francia, estoy muy emocionada.

—Ya veo.

—¿Pasa algo Frankie?

—No, es solo que extraño un poco Inglaterra, y vivir con Ray, pasar la mayor parte del tiempo en el laboratorio...

—Pero ahora estás con tu familia, no hubiera soportado tenerte lejos más tiempo.

—Debo admitir que yo también te extrañaba.

—En fin, cuando todos lleguen cenaremos juntos ¿está bien?

—Ya comí.

—Bueno no importa, pero te hice tu postre favorito.

—Tal vez cambie de opinión.

Ambos rieron y antes de dormir, Frank quizo ir una vez más a la biblioteca. Ese lugar le había gustado mucho ya que era silencioso y tenía ese olor a libros que tanto le gustaba.

El lugar estaba oscuro pero el se sentó al lado de la ventana, iluminándose solo con la luz de la luna.
Abrió un libro y comenzó a leer.
Ya todos estaban dormidos en la casa, así que el disfrutaba de su tranquila soledad.

—¿Qué haces aquí? — preguntó una voz proveniente de la oscuridad —. ¿Y a ésta hora?

—Lo mismo digo... ¿quién eres?

Una silueta se movió acercándose lentamente hacia Frank.

—¿Gerard?

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Empecé hablando sobre la teoría de cuerdas y ahora sobre Copernico.
La próxima sera sobre genética XD.

Hablaría sobre las teorías pero esto es un fanfic y no.

S lng nd gd nght

Polimatía [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora