Polimatía [Frerard]

XIX

—Lo sé... tranquila, mamá Linda... estoy en frente del edificio... — el fuerte sonido del claxon de los automóviles impedía que Patrick pudiera oír con claridad lo que decía Linda por el otro lado de la línea —. Sí, se lo diré... estoy a punto de entrar... bien, hasta luego.

Patrick estaba en frente del edificio de Frank, al entrar a la recepción, subió por el ascensor al departamento de su amigo.
Tocó la puerta unas cuantas veces, cinco minutos después nadie abría la puerta. Trató de abrir la puerta por su cuenta y se sorprendió mucho al ver que esta no tenía ningún seguro.

—¿Frank? — preguntó cerrando la puerta tras él —. ¿Estás aquí?

Entró hasta la sala encontrándose a Frank sentado en el sofá, con un control de videojuego en las manos y la vista perdida en la televisión.

—¿Frank? ¿Cuánto tiempo llevas así?

—Ah, hola Patrick — saludó sin quitar su vista del televisor.

—¿Eso es Mario 64? — preguntó sentándose al lado de su amigo.

—El original, sí.

—Wow... por cierto, tu mamá está preocupada. Dice que no contestas sus llamadas, hace días.

—No es cierto.

—Si lo es. Ella se fue el sábado, hace dos días y se nota claramente que tú no te has movido, excepto para ir al baño.

—¿Dos días dices?

—Así es.

—Creo que perdí la noción del tiempo mientras jugaba este videojuego. Que por cierto es muy adictivo.

—Ya veo... — Patrick se levantó y apagó el televisor —. Pero es momento de dejarlo. Llama a mamá Linda y por favor toma una ducha.

—Pero, Patrick... no. Solo un poco más.

—No, ella esta preocupada, llámala.

—Bien... — Frank camino hacía su baño.

Al cabo de media hora él ya estaba muy bien peinado y bien vestido.

—¿Ves que bonito eres cuando te bañas?

—Esto nunca me había pasado. En fin, me gustaría que me hicieras un favor.

—¿De qué se trata? — entrecerró los ojos cruzándose de brazos.

—Quiero que vayas conmigo a casa de Donald.

—¿Para qué quieres ir? ¿No dijiste que Gerard vivía allí?

—Así es, pero no quiero ir por él. En realidad quiero ir porque Donald me mostró su laboratorio y... bueno...

—¿Quieres utilizar su laboratorio?... ¿para qué?

—No estoy seguro, solo quiero ir a ver. Además tu trabajas todo el tiempo en laboratorios, podríamos crear algo interesante.

—Está bien, pero no me gustaría ver a Gerard. Ya sabes cual es mi opinión sobre él.

—Existe una gran posibilidad de que no lo veamos.

—Entonces vamos.

Ambos subieron al automóvil de Patrick, este condujo hasta llegar a la casa de los Way.
Como era de costumbre, a Frank lo recibió una de las personas que trabajaban ahí.

Al adentrarse completamente a la sala, vieron al Way menor sentado en un sofá leyendo atentamente. Tanto que ni siquiera noto la presencia de Patrick y Frank.