XXIX

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Esa mañana Frank salió de su habitación, aún con su pijama, tenía que preparar su desayuno pero al acercarse a la sala vio a Gerard dormido en el sofá. Recostado boca abajo y su cabello cubría todo su rostro.

—Hey, Gerard — Frank lo removió —. Ya levántate.

—¿Eh?

Gerard abrió lentamente sus ojos y esbozó una sonrisa al ver a Frank.

—¿Qué haces aquí? — preguntó sentándose en el sofá de al lado.

—Anoche te dormiste tan tarde que me dio sueño... y no quería conducir hasta mi casa.

—Ah... pues ya vete.

—Tengo hambre.

—No es asunto mío.

Frank caminó hasta la cocina para luego sacar leche del refrigerador, luego sacó una caja de cereal del estante.

—Yo también quiero cereal — dijo Gerard entrando a la cocina.

—Tienes manos, puedes preparar tu propio cereal — echó la leche y el cereal en un plato.

—Pero quiero que tú lo hagas.

—¿Eso fue una broma?

—No.

—Ah...

Gerard tomó un plato para preparar ahí su cereal. Frank salió de la cocina para sentarse en el sofá de la sala y ver la televisión mientras desayunaba. El pelirrojo lo acompañó hasta que ambos terminaron de comer, fue muy rápido y silencioso.

—Supongo que hoy no debes ir a la universidad... — mencionó Gerard.

—No... y no es de tu incumbencia.

—Pensé que tal vez hoy podríamos salir juntos.

—No.

—Haremos lo que tú quieras, iremos a donde tú quieras... por favor.

—¿A dónde yo quiera?

—Sí.

Frank hizo que Gerard condujera varias horas, todo para llegar a un lugar en el que el pelirrojo terminó durmiendo apoyado en el hombro de Frank.

—Gerard...

—¿Sí? — preguntó dando un pequeño salto.

—Por favor ya no te duermas — susurró.

—Me estoy aburriendo... ¿cuándo termina esto?

—De hecho, está a punto de terminar.

Diez minutos más tarde, todas las personas que estaban en ese lugar empezaban a salir lentamente, entre ellos Frank y Gerard.

—¿Cómo es que pasé toda la tarde aquí? — exclamó Gerard.

—Estabas dormido todo el tiempo.

—Sí, como sea... ¿cómo dices que se llama esta cosa?

—Simposio de física... y no es aburrido, tú lo eres.

—No importa... ¿quieres ir a comer algo?

—Solo si prometes no dormirte en mi hombro esta vez.

—Prometido, ¿hamburguesas?

—Sí... ¿sabes? Einstein se equivocó, acercarse a la velocidad de la luz no alenta el tiempo. Estar contigo lo hace.

—Oh... ¿gracias?. Creo.

Llegaron hasta el estacionamiento y Gerard buscó un lugar en donde pudieran comer. Una vez que llegaron a un restaurante, se sentaron en una mesa al lado de la ventana y esperaron a que les llevaran su orden.

El celular de Gerard empezó a sonar, él contestó y solo se escuchaban gritos desde la otra línea. Lo que hizo que Frank se preocupara.

—Era Mikey... — dijo finalmente Gerard guardando nuevamente su celular.

—¿Y por qué gritaba? ¿Está mal?

—No, se preocupó porque no llego a casa desde ayer. ¿Recuerdas?... creo que incluso llamó a la policía, ese muchacho se preocupa mucho.

—Debiste llamarlo.

—Lo sé, pero lo olvidé... cuando llegue a casa de seguro me va a reclamar, es peor que papá.

—Te lo mereces.

—Merezco que me trates bien.

—Si no te tratara bien, no estarías aquí.

—Okay... auch.

La señorita que atendía les pasó la orden y empezaron a comer.

—¿Qué te gusta hacer? — preguntó Gerard viendo fijamente a Frank.

—¿Cualquier cosa?

—Sí.

—Me gusta volar cometas.

—Oh, como este tipo... el que descubrió la electricidad.

—Si te refieres a Benjamín Franklin, él no descubrió la electricidad. Solo uso una cometa para determinar la consistencia eléctrica que hay en un rayo.

—No importa. Tal vez un día podamos ir a un parque y volar cometas.

—¿Tienes tu cometa?

—No... pero puedo conseguir una. Si con eso puedo salir contigo, entonces lo hago — le sonrió.

—Está bien, pero tendrás que comprarme un helado.

—Lo haré.

—Bien.

Al terminar de comer, pagaron la cuenta y subieron, nuevamente, al automóvil de Gerard. Este condujo varias horas hasta llegar a su casa.

Al entrar, Mikey los recibió inmediatamente. Seguido de Linda.

—¿Dónde estabas, Gerard? Llamé a la policía, a tres hospitales. ¡Estuve a punto de llamar a la morgue! — gritó Mikey, agitando sus manos dramáticamente.

—¿Cariño, tú estabas con él? — le preguntó Linda a Frank.

—Sí, mamá. Me llevó al simposio de física y luego fuimos a comer hamburguesas. Debo decir que me gustaron mucho, pero prefiero las que venden en el centro.

—¡¿Y por qué no llamaron?! — reclamó Mikey.

—¿Perdón?... no soy un niño, además estaba con el enano. No debo decirte donde estoy todo el tiempo — respondió Gerard.

—Pero te perdiste como dos días, ni siquiera llegaste a dormir.

—¡Estaba con Frank!

—¡¿Pasaste la noche con Frank?! — exclamó Linda.

—No pienses mal, Linda — dijo Gerard —. Solo se me hizo tarde... además dormí en el sofá, me duele la espalda.

—Está bien... ¿saben qué? Gerard ve a tu habitación, Frankie, tú también... y Mikey, relájate y ve a dormir.

—Sí — respondieron al unísono.

Los tres bajaron la vista y subieron por las escaleras. Se veían como tres niños castigados.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Se imaginan si esto fuera m-preg?

Sería raro XD

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Polimatía [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora