La dominación de los Lords

Parte 3

Cuando finalmente logre llegar ante mis súbditos, una gran felicidad e impotencia lleno mi cuerpo.

Antes se encontraban en una lucha desesperada y sufrieron lesiones casi fatales, pero ahora ya no tenían aquella apariencia al borde de la muerte.

Sus lesiones habían desaparecido por completo, y todo gracias a la luna de plata que flotaba por encima de mi cabeza, la cual estaba siguiendo a cada momento mis movimientos sin alejarse de mí.

No lo sentía como si fuera algo externo, sentía que hubiera nacido con ella, como si se tratara de otro brazo, una extensión mas de mí.

Cuando mis súbditos estaban en tan mal estado, no dude en usar la luna de plata en mi cabeza, al momento que sentí su existencia, todo sobre ella se me fue revelado.

Aquella luz plateada con la cual cubrí a mis súbditos, era una de sus habilidades. Permitía curar todas las heridas de mis súbditos y recuperar todas sus fuerzas, pero esto era a costo de la mia propia.

Esa no era su única habilidad, también me permitía materializar la energía de mi propio cuerpo y hacerla tomar la forma que yo imaginara. Gracias a eso logre ganar aquella batalla contra esos extraños brazos que parecían ser los cielos estrellados.

Pero el consumo de energía que implicaba era una muy grande, pero también tenía otra habilidad, y era permitirme devorar con el fin de recuperar mis energías.

Toda esta información llego a mi cabeza y se grabó profundamente al punto que se volvió inolvidable.

No tuve tiempo de pensar en ese momento, ¿pero tal habilidad no era una muy tramposa?

¿Todos los Lords poseían una habilidad trampa como esta cuando se materializaban?

Si fuera de esa manera todo tendría sentido.

Pero si no fuera de esa manera, ¿no estaría yo teniendo la mayor ventaja?

No me importo si fuera de esa manera o no, ya nada de eso me importaba.

Ahora solo tenía un pensamiento, volverme más fuerte a mí, y a mis súbditos y conquistar este mundo. Inclusive a aquellos Lords y todas las razas que ellos gobiernan, y si se niegan a rendirse a nuestro dominio, los aplastare a ellos y a todos los que se interpongan.

Este juego se trata de dominar, por lo tanto eso tendrán. ¡Yo y mis súbditos dominaremos todo, inclusive a aquellos que me metieron en este juego!

Me había decidido completamente a mi objetivo.

Si fuera el yo de antes, tales cosas no pasarían por mi mente. Pero algo parece haber cambiado en mí. Pero eso ya no importa, ya eh tomado una decisión y no la cambiare.

..

. .

Mis súbditos al verme, todos ellos se tiraron al suelo y me mostraron sus panzas, claramente estaban en una posición sumisa y de respeto hacia mí.

Al verlos podía sentir una gran felicidad y deseos de acariciar esas panzas peludas, pero suprimí mi deseo de hacerlo.

"No se preocupen, pueden levantarse. Y a partir de ahora ya no tendrán que preocuparse por nada. Yo me encargare de todo." Esas fueron las palabras que dirigí hacia ellos, al hacerlo me di la vuelta hacia esos malditos alces.

Ninguno de ellos tuvo la posibilidad de escapar, eso se debía a que yo no se los permitía.

O para ser más exactos otra de mis habilidades que adquirí con esta luna de plata por encima mío. La habilidad se llamaba Supresión.