Su figura estaba tan alta como los mismos cielos, rodeada de una pureza genuina al igual que una diosa. Completamente distante del mundo de los mortales.
Tan pronto apareció, todo volvió a la paz. Los cielos dejaron de crujir, la tierra dejo de temblar y las montañas pararon de sacudirse.
Bordada de ropas blancas, junto a una elegancia divina. La mujer de cabellos plateados miro por unos breves segundos en dirección de Alpha.
Un segundo, este fue el tiempo en el que las miradas de ambos se cruzaran, pero no lo sintieron de esa manera, ya que se sintió tan largo como una eternidad.
Desde lo más profundo de su alma, como si remontara desde eones, el anhelo surgió en ambos al igual que una poderosa explosión, sacudiéndolos completamente. Pero eso no fue lo único.
Al momento en que la mujer de cabellos plateados se volteo, el desconcierto se apodero de Alpha.
Las memorias de sus sueños comenzaron a inundar su mente, el camino de estrellas, las enormes cadenas que recorrían el infinito, un mundo sellado por ellas. Y en su interior, una pequeña niña llorando.
Todo esto lo golpeo su cabeza de manera feroz. Claramente esta mujer era aquella niña, solo que adulta. En estos recuerdos, tampoco estaba su nombre, ni la razón de porque sentía que la conocía.
Pero eso no fue suficiente para explicar tal sentimiento, algo faltaba. Pero no podía recordar, ni podía pensar la razón de ello. Rebuscando en las memorias que tenia de la tierra, cada persona que conoció durante su vida, a todas ellas. Pero no encontró nada, tal mujer no existía en sus recuerdos.
Mientras Alpha se hundía en este conflicto. La mujer de cabellos plateados alzo su mirada en dirección de la mano de estrellas.
Sin que nadie pudiera verlo, sus ojos antes plateados cambiaron de color, el izquierdo se volvió completamente negro y el derecho tan rojo como la sangre.
En ese instante como si el mismo tiempo se detuviera, todo se había congelado y permaneció inmóvil.
Incluido las bestias en todo el valle, como los súbditos de Alpha y la misma mano de estrellas.
Los únicos que pudieron moverse en este instante fueron Alpha y la mujer de cabellos plateados.
Al momento que se dio cuenta de esto, no pudo evitar sorprenderse a un grado casi incrédulo.
Cuando su mente volvió en sí, miro nuevamente hacia los cielos. Allí vio algo increíble. La mano de estrellas que se encontraba inmóvil de repente comenzó a desaparecer como si se tratara de un espejismo.
Convirtiéndose lentamente en partículas que desaparecían y volvían a la nada.
Pero eso no fue lo único que sucedía, cada vez que la mano de estrella se desintegraba. El aura de la mujer de cabellos plateados decaía a una velocidad aterradora y su cuerpo se volvía más y más pequeño. Como si regresara atrás en el tiempo, pareciéndose cada vez más a la niña dentro de sus sueños.
*Jadeo*
La respiración de la mujer de cabellos plateados comenzaba a volverse cada vez más agitada, toda la energía de su cuerpo era drenada en grandes cantidades mientras más pasaba el tiempo, aun si, no se tenía.
El color de sus ojos comenzaba a desaparecer, en pequeños parpadeos volvían a ser plateados, luego para cambiar a rojo y negro. Su límite se estaba acercando.
Alpha claramente pudo ver estos cambios a simple vista.
Con dudas golpeando todo su interior, no pudo evitar preguntar.
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La dominación de los Lords
RandomYo era solo un simple Neet que se la pasaba los días jugando y sin preocupaciones en la vida. Hasta que recibí un mensaje con una invitación a participar de la beta de en un juego, La dominación de los Lords. Al leer sobre el juego me pareció intere...