El tiempo no espero a nadie.
Desde la toma de los clanes y tribus, los súbditos encargados de avasallarlos no perdieron el tiempo y pronto movilizaron la fuerza de todos estos en un ataque indiscriminado contra los demás.
El primero en caer fueron los demonios del mar, quienes ahora servían al Lord de los Nharktishi.
Tras ser doblegados, estos rápidamente fueron organizados para un ataque indiscriminado contra el clan Aguas de la tormenta, quienes en antaño fueron muy cercanos a ellos.
Pero eso ahora no importaba.
Esta era una guerra de supervivencia.
Pero claramente no fueron los únicos en hacer un movimiento, o para ser más exactos, no es el único lugar donde se desato una batalla por la supremacía.
En el desierto, el clan sombras del desierto ahora controlado por el Lord de los abismales igualmente no espero a sus competidores, por lo que tan pronto tomo todo el control de este clan, ordeno una carga masiva contra la tribu surcadores de las arenas quienes estaban más cercano a ellos pensando que estos aun no habían tomado un bando.
Los objetivos de cada batalla eran dos dependiendo de la circunstancia.
Si una fuerza contraria ya tenía un Lord que los controlaba, la única opción era una guerra total que lleve a la destrucción del otro bando, en cuanto a si no han caído todavía bajo el mandato de otro es simple, tomarlos.
La primera era más fácil decirlo que hacerlo.
En tal batalla, ningún lord se reservaría en sus fuerzas.
Una vez establecido su dominio sobre un clan o tribu, la conexión de ellos y el mundo se volvería más firme, y con esto sus posibilidades de poder enviar refuerzos aumentaría.
Por ello, tan pronto los tomaron, portales tras portales comenzaron a abrirse y más súbditos ingresaban al mundo salvaje para unirse a la guerra.
Pero estos no podían emerger interminablemente ya que la conexión no era lo suficientemente fuerte para sustentar por mucho tiempo a los portales, por lo que estos se cortaban y tardaban cierto tiempo hasta que se puedan volver a usar.
Ante la carga contra los surcadores de las arenas, los seres abismales que comandaban al clan sombras del desierto se encontraron con las fuerzas de otro Lord.
Esto no les sorprendió en absoluto, es más, solo sirvió para encender la furia en sus interiores y cargar con una profunda sed de sangre.
Su avance fue impotente, todos parecían estar fusionados en una única entidad que devoraba todo a su paso.
La sombra del mismo abismo había cobrado vida, y este no descansaría hasta que todo callera bajo su manto de oscuridad.
Esta fue la única manera de poder describirlo correctamente.
En cuanto a la otra parte, este poseía un número devastador.
Enjambres de insectos de toda clase y tamaño cubrían el horizonte y los cielos, haciendo que la tierra bajo ellos tiemblen ante su avance imparable.
Su vanguardia estaba compuesta por enormes escarabajos rinocerontes y Goliat quienes avanzaban junto a escorpiones, sus tamaños estaban a la altura de una casa de dos pisos imponiendo una sensación de ser imparables cuando avanzaban.
En la retaguardia había mantis de hasta diez metros de alto, junto a ellos enormes ciempiés que alcanzaban los treinta metros e ¡incluso los cien metros!.
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La dominación de los Lords
RandomYo era solo un simple Neet que se la pasaba los días jugando y sin preocupaciones en la vida. Hasta que recibí un mensaje con una invitación a participar de la beta de en un juego, La dominación de los Lords. Al leer sobre el juego me pareció intere...