Capitulo 3

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Una historia que fue erradicada

Parte 1

"ohhhhhaaaa"

Muy temprano por la mañana una pequeña figura se levanta bostezando de su cama, la cual era un conjunto de hojas amontonadas en un acomodado de esquina, a medida que estira sus brazos para quitarse el adormecimiento que impregnaba su cuerpo, abrió sus ojos y comenzó a mirar a su alrededor.

Su habitación era un poco oscura, pero tenuemente se podía distinguir un poco, todo a su alrededor parecía estar hecho de madera de árbol.

Con pereza, extendió su mano hacia su frente, al hacerlo unos símbolos con diferentes formas brillaron en su cuerpo, y tras eso el sonido estruendoso de la madera siendo partida por la mitad surge desde todas las direcciones, y efectivamente estaba sucediendo esto. La pared de madera en su frente comenzó a resquebrajarse a medida que una puerta se abría dando el paso a la luz en su interior.

Una vez iluminado el interior, la figura del pequeño se volvió más clara.

Su figura era pequeña y delicada con una apariencia humana en casi todos los aspectos, salvo que su piel era verde y estaba lleno de lo que parecían cientos de miles de pequeños tatuajes con la forma de animales y hojas, que a su vez formaban runas cubriendo su cuerpo en la totalidad.

*resquebrajarse*

Todo el interior en el que se encontraba el pequeño druida comenzó a sacudirse suavemente, lo que ocasionó este inconfundible sonido de madera surja.

Tras eso, desde las afueras una enorme raíz que parecía estar hecha de oro apareció en la entrada.

Esta parecía tener vida e inteligencia, ya que entro al interior y se dirigió hacia el pequeño druida, tras llegar a él comenzó a envolverlo suavemente.

El pequeño druida no se resistió, ni mostro miedo o desconocimiento sobre esto. Su expresión decía que esto era muy normal.

Cuando fue sacado hacia las afueras, la entrada por la cual salió comenzó a cerrarse como si de una herida en la piel se tratara. Solo que a una velocidad mucho mayor y eficiente.

La raíz dorada no se detuvo ahí, en cambio, al salir comenzó a elevarse hacia los cielos.

Frente al pequeño druida, la única imagen que podía verse era la corteza exterior de un árbol, el cual si se miraba, ya sea arriba o a los costados, no parecía tener un fin visible.

De esta manera el tiempo pasó y quien sabe cuántos metros o kilómetros en las alturas ya se encontraba el pequeño druida.

¿Cientos de metros, decenas de kilómetros?

En fin, algo si era cierto en todo esto.

Frente a sus ojos, un árbol semejante al Olivo se alzaba desde la tierra hasta por encima de los cielos.

Su tamaño no podría describirse con palabras como enorme o gigante, siquiera colosal estaba en los términos adecuados para hacerlo.

La visión del pequeño druida fue cubierta por infinidades de hojas verdes, las cuales irradiaban una vitalidad que no parecía tener fin al igual que una gran profundidad.

Todas estas hojas brotaban de una sola rama y dos más pequeñas que se extendía a los confines del horizonte. Pero no era la única de ellas.

A parte de esta, había otras cuatro del mismo tamaño. Y ya había sobrepasado dos de esas.

Esta rama verde era una de las cinco principales. Y su ubicación era en la parte superior derecha. Conocida como la rama de la naturaleza y por debajo de esta se encontraba la rama de la oscuridad.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora