La dominación de los Lords

Parte 2

Cuando ese rayo de luz plateada ingreso en el cuerpo del gorila, este pudo sentir como todo el temor que antes inundaba su cuerpo se desvaneció completamente. Sus grandes ojos se dirigieron hacia el enorme lobo plateado que se encontraba frente suyo, los pequeños monos de igual manera hicieron lo mismo.

En ese momento, el temor de sus ojos desapareció, siendo completamente reemplazados por la adoración total. Era como si todo lo anterior hubiese sido solo un mal sueño. Ya que sentía que siempre había sido un súbdito de tan magnifico ser.

El sentimiento de querer seguir todas sus palabras intoxicó su cuerpo y mente. Volviéndolo un completo adicto, los pequeños monos no fueron excepción. Aquellos que antes eran súbditos del enorme gorila, también se encontraban en el mismo estado.

"Está bien, pueden levantarse."

En todo momento, el gorila y los monos se encontraban postrados sin moverse un milímetro. Tras escuchar las siguientes palabras, la alegría lleno sus cuerpos cuando rápidamente se levantaron.

Pero a pesar de hacerlo aún no se atrevieron a realizar cualquier otra cosa.

El enorme gorila, a pesar de su apariencia excitada y feliz, también mostraba un poco de inseguridad y duda, pero no fue el único. Drac y el resto también parecían dudar sobre algo.

Su lord se dio cuenta de ello, ¿Cómo no lo haría? Como todo sucedió tan rápido, claramente se sentirían confundidos por el repentino cambio de actitud del enorme gorila y los pequeños monos.

Sin perder un segundo, varios hilos plateados brotaron de la luna plateada y se dirigieron hacia los nueve lobos, tres segundos después sus expresiones de confusión desaparecieron totalmente.

Tras entender finalmente lo sucedido, los nueve lobos se dirigieron hacia el enorme gorila y los pequeños monos, sus colas de igual manera se agitaban. Mostrando clara felicidad.

A pesar de que anteriormente el enorme gorila trataba de atacarlos y matarlos, los lobos tras escuchar las palabras de su Lord, olvidaron completamente tal cosa. Esto se debía a que si ellos hubieran estado en el lugar del gorila, habrían hecho lo mismo. No era extraño en absoluto.

Y aunque había sido hostil, nunca tuvo la oportunidad de atacar o infligir daño alguno hacia ellos. Aunque fueron perseguidos anteriormente por los pequeños monos cuando ellos buscaban bestias que cazar, esto entraba en el marco de lo aceptable y lo normal que hubiera hecho cualquiera en las mismas circunstancias.

Por lo tanto no había odio ni nada por el estilo. Por ello a pesar de todo lo anterior, no tuvieron dificultades para aceptarlos.

Es más, estaban feliz que ahora poseían nuevos compañeros. De esa manera, su Lord tendría más súbditos los cuales podían cumplir sus deseos.

A pesar de ser aceptado sin problemas, el gorila y los pequeños monos no parecían pensar lo mismo.

"Yo me disculpo con ustedes. Solo hice lo que cualquiera hubiera hecho, la ley en este valle es así. Por lo que espero que no guarden rencor."

Tras decir esas palabras, el gorila junto a los monos se agacharon una vez más en señal de disculpa hacia los nueve lobos.

"No hay problema, no hay problema. Como has dicho, esa es la ley en el valle. No te culpamos por ello. Ahora somos compañeros por lo que todo queda en el pasado. El lord lo ha decidido de esa manera, por lo que no hay nada más que decir."

Respondieron los nueve lobos.

Tras escuchar estas palabras, el gorila y los pequeños monos se levantaron. Sus miradas poseían admiración y respeto.