Parte 3

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Los ataques de los nueve lobos eran rápidos y precisos. No dejando ninguna brecha para que los miembros de la tribu que eran atacados pudieran defenderse.

No importaba donde atacaban, si eran a los brazos o piernas, u inclusive el torso o la garganta. Sin importar, estos terminaban siendo asesinados.

Pero eso no fue todo.

Energía broto del cuerpo de los lobos, materializándose rápidamente en mandíbulas, las cuales devoraron completamente a los cuerpos caídos de los miembros de la tribu.

Cuando los demás vieron esto, no hubo terror. En cambio, una furia extrema creció en sus interiores.

Todos ellos ya estaban preparados para morir y ver a sus camaradas caer junto a ellos. Aunque esto les dolía, esto era algo aceptado.

Era el día a día de la tribu.

El riesgo a salir y cazar, o realizar otras cosas conllevaba el peligro de la muerte cada vez que salían de los interiores de la tribu.

Pero si alguno de ellos moría, al menos su cuerpo seria recuperado. Muy raras veces eran las ocasiones en las cuales no podían hacerlo.

Un funeral seria llevado a cabo para aquellos guerreros y cazadores que dieron su vida para la tribu. Esta era una tradición irrompible que debían seguir.

Pero ahora, al ver como sus compañeros caídos eran devorados. Un sabor agrio lleno el interior de la boca de todos.

La locura surgió dentro de los ojos de los miembros de la tribu, cuando de repente comenzaron a rugir con locura.

Esto fue igualmente para todos.

Inclusive el chamán anciano se sintió completamente enfurecido al ver esto.

(Las bestias son bestias. No hay nada que hacer para remediar eso.)

Se dijo interiormente el chamán anciano. Aun así, su furia no podía ser calmada a pesar de saberlo.

Pero no había mucho que pudiera hacer. Interiormente se encontraba muy agitado. Las bestias contra las cuales se estaban enfrentando no eran para nada normales.

En las anteriores luchas como estas, usualmente las bestias que los atacaban no poseían tal grado de fuerza, ni mucho menos inteligencia. Solo que sus números eran aterrados.

Aunque en este caso, era todo lo contrario. Cada una de las bestias que atacaba la tribu, todos eran inteligentes y tenían la mínima fuerza de un amo de territorio menor.

Comparado a los números en esta ocasión, sin duda eran por muy inferiores, pero en término de calidad. Su superioridad era mucho más que aterradora.

A lo sumo, si se enfrentaran a muchas bestias débiles. Matar un gran número de ellas no era un problema. Una vida de los miembros de la tribu seria cambiada por hasta diez de las bestias.

Pero esta vez la suerte no estaba sonriendo a la tribu K'honmar. En cambio, el que los sonreía era el dios de la muerte.

*GYAAA*

Más gritos comenzaron a surgir. Cada uno de ellos acompañado de la muerte de otro miembro de la tribu. Los causantes eran los mismos.

Los nueve lobos.

El chamán anciano se encontraba ansioso. Incapaz de hacer algo, ya que se encontraba luchando contra cinco bestias al mismo tiempo.

(¿Aun no?)

Se preguntaba a si mismo interiormente mientras esquivaba y atacaba continuamente.

Sus golpes eran potentes, el minotauro y las otras cuatro bestias apenas podían soportarlos. Ya que constantemente tenían que retroceder debido a los impactos.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora