Parte 2

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Un día después, en el interior de su cabaña, el chamán anciano se encontraba sentado frente al altar. En su mano derecha se encontraba la pequeña gema con la semilla en su interior, la cual constantemente la frotaba con sus dedos. Sus ojos tenían un poco de duda en estos momentos.

Tras hacer esto por alrededor de cinco minutos, el chamán anciano se levantó. Su mirada se volvió decidida cuando salió de su cabaña, tras eso comenzó a caminar hacia el sentido contrario de la entrada de la tribu.

A medida que caminaba, podía ver a todos los miembros de la tribu moviéndose apresuradamente. Muchos de ellos cargaban todo tipo de armas, como espadas, hachas, flechas e inclusive pequeños cuchillos.

Las miradas de todos ellos estaban llenos de preocupación.

Y más aún aquellos que estuvieron presente el día anterior cuando conocieron a Alpha.

No podía culparlos. Aquella bestia llamaba Alpha era muy extraña e inclusive su fuerza era desconocida. El chamán anciano no creía que la fuerza que demostró fuera todo. Cada vez que pensaba en esto no podía evitar soltar un suspiro.

Sus pasos no fueron interrumpidos por nadie, ya que todos estaban muy ocupados.

Tras un largo rato, los pasos del chaman anciano se detuvieron frente a un árbol, el cual se encontraba en la parte más profunda de la tribu. Su apariencia era igual al de un Olivo, uno muy viejo, sus ramas estaban muertas y sin hojas, su corteza estaba seca y sus raíces rotas.

En medio de su tronco había un pequeño agujero del tamaño de un puño.

Al llegar a este punto, el chamán anciano vacilo, pero solo duro un breve instante cuando metió su mano en el hueco junto a la gema.

Cuando hizo esto, el árbol de olivo que ya estaba muerto comenzó a sacudirse. Cuando esto paso, una de sus raíces sobresalió de la tierra. Esta tenía una apariencia llena de vitalidad, todo lo contrario al resto.

Cuando el chamán anciano vio esto, rápidamente saco un pequeño contenedor de arcilla de su bolsa y la acerco hacia la raíz. Luego una pequeña gota de agua cayó dentro.

Cuando la gota de agua salió, la raíz se secó rápidamente y cayó muerta en el suelo.

Al ver esto, un dolor profundo ataco el corazón del chaman anciano. Juntando sus manos e inclinándose en reverencia, se dio la vuelta y se fue.

Cuando se había alejado doscientos metros, el árbol de Olivo se convirtió en polvo y desapareció en una corriente de aire. Dejando completamente desolado el lugar donde antes estaba, como si nunca antes hubiera estado allí para empezar.

Una vez regreso a su cabaña, el chamán anciano se colocó nuevamente delante del antiguo altar. Moviendo ambas manos en su dirección, tomo al altar y lo levanto.

El altar no duro, y se desplomo. En el suelo, revolviendo entre sus restos, el chamán anciano tomo una pequeña perla blanca.

En ese instante un sonido seco sonó, el lugar donde antes estaba el altar comenzó a sacudirse. Tras eso un pequeño hueco en el suelo se revelo. Sin dudar se lanzó en su interior.

Tras caer aproximadamente unos cinco metros, el chamán anciano se levantó. Sus ojos se nublaron por la profunda oscuridad, pero no duro demasiado. La perla que antes había sacado del altar comenzó a brillar, iluminando todo el lugar.

A sus ojos, un camino se revelo. Uno que parecía dirigirse hacia las profundidades del abismo. Bajo sus pies, el suelo estaba pavimentado de pequeñas piedras de manera perfecta.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora