La dominación de los Lords

Capitulo 4

El tiempo se acabo

Parte 1

Los nueve mundos los cuales se encontraban a decenas de miles y millones de kilómetros de distancia se remarcaban en una placida visión que lo abarcaba todo.

Para estos ojos, o esta existencia, tal distancia era nada.

A su mirada, los nueve mundos se encontraban muy cerca el uno del otro. Pero era lo contrario para ellos.

Pero claro, tal cosa era de su comprensión. Y por ello sabía que el tiempo había llegado.

Desde que moldeo el polvo y la energía estelar para conformar los mundos junto a tres guardianes que los vigilara, hasta que las semillas llamadas Lords fueron plantadas y una vez crecieran hasta conformar sus razas.

Esta existencia todo este tiempo se mantuvo a la espera. A pesar de haber transcurrido decenas de eones, para sí mismo no fue diferente de unos segundos.

Su cuerpo era colosal y lo abarcaba todo, en él, donde quiera que uno mirara siempre vería lo mismo. Ya que era imposible verlo por completo, la única manera de hacer tal cosa fue ser del mismo o mayor tamaño.

Pero había una forma de saber cómo era realmente, los tres guardianes fueron hechos a su semejanza, para ser más exacto, eran parte de esta existencia.

Esta misma existencia, en un plano donde podía verse por completo. Se encontraba sentado en lo que parecía ser un trono de oscuridad absoluta, su mano izquierda se encontraba reposando sobre su costado, en cuanto a la derecha, portaba una llama de oro. Y por encima de esta llama, lo que parecía ser un huevo formado al igual que él, por infinidades de estrellas, se encontraba siendo incubado.

Esta postura no ha cambiado durante todo este tiempo que se mantuvo observando.

Pero ahora, su mano izquierda comenzó a hacerlo. O para ser más exactos, uno de sus dedos.

En el instante que su dedo se movió, aunque no fuera visible, una barrera que cubría a los nueve mundos fue destruida.

Esto hizo que los seres dentro de ellos sintieran como si hubieran sido liberados, y no estaban del todo equivocado.

..

.

Volviendo a los nueve mundos, los Lords dentro de ellos se encontraban haciendo diversas cosas, algunos estaban dormidos, otros en plenos asuntos sin importancia. Pero la mayoría no hacia absolutamente nada más que esperar el pasar del tiempo.

De pronto una sensación de libertad golpeo sus cuerpos, cada uno de ellos sintió como si una puerta fuera abierta.

Como si la jaula donde estaban finalmente se abrió, haciendo que inevitablemente miraran a los cielos con todo tipo de pensamientos.

Diferentes tipos de anhelos y deseos, como un sentimiento compartido se mostró en sus miradas.

Luchar, Odio y...Dominación.

Ya sean chillidos agudos y rugidos tronantes, cada uno de estos fue liberado hacia los cielos junto a una impotente fuerza desgarradora.

Los súbditos de cada Lord en todos esos mundos se agitaron y los acompañaron en sus gritos.

Todos los mundos temblaron por la agitación, excepto uno. El cual, a diferencia de los demás se mantuvo en completo silencio, pero eso no significo que estuviera tranquilo.

En cada uno de los nueve mundos, en diferentes rincones, decenas de portales comenzaron a conectarse, y de estos, seres desconocidos comenzaron a emerger en pequeños números.