Parte 3

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Tanto Alpha y Luna guardaron silencio, sus rostros mostraron claros indicios de que se encontraban en una profunda reflexión.

La súbita noticia de que otros Lord invadirían este mundo y en tan poco tiempo los tomo de sorpresa.

Ninguno de los dos sabia de estas cosas.

Desde sus apariciones, sus únicos instintos que guiaban sus objetivos era el deseo de dominar.

Salvo esto, no había otra cosa que conocieran.

Por ello, enterrarse de esto fue algo que los conmociono.

Ellos sin duda no eran parte de las creaciones de los llamados cielos, ni tampoco tenían papel alguno en esta guerra de la dominación de los Lords.

Llamarlos intrusos no estaría equivocado, pero, ¿si era de esta manera?.

¿De donde provenían ambos?, ¿Porque aparecieron en este mundo?.

Al hacerse estas preguntas, Luna comenzó a comportarse de manera extraña. Llevando ambas manos a su cabeza, se inclinó un poco a medida que su expresión se volvió dolorosa.

En ese instante, un dolor extremadamente agudo azoto el interior de su cabeza de manera repentina, como si algo tuviera el deseo de emerger pero no podía.

¡AhhHH!

Esto hizo que inevitablemente soltara un pequeño grito.

Ya sea esto o lo anterior, no pasó desapercibido.

Alpha al verla de esa manera se mostró perdido, no sabiendo que otra cosa hacer, envió su energía al cuerpo de Luna para ver que sucedía en su interior.

Pero tan pronto llego al cuerpo de Luna, su energía fue rechazada.

Esto no fue voluntario o intencional, solo que la energía de Alpha parecía no atreverse a ingresar al cuerpo de Luna, no importa que tanto el tratara, no podía avanzar más.

Era como si algo dentro de Luna no le permitiera entrar.

¡AHHHhhHHH!

Los gritos de Luna poco a poco comenzaron a hacerse más fuerte, al punto que el aura de su cuerpo comenzó a desbordar de manera incontrolable.

Cuando el Lord de los druidas sintió esto, inevitablemente palideció al punto del terror.

Pero no debido al aura liberada por Luna, sino por otra cosa.

Debido a su pequeña conexión con el mundo, el podía sentir el estado de este aunque sea leve. Al igual que las sensaciones provenientes de él.

Lo que sintió fue la desbordante presión de algo que trataba de despertarse.

Era como un pequeño conejo que se adentró en una cueva, donde por error se encontró a un enorme lobo durmiendo. Uno extremadamente colosal e imposible de ver completamente su cuerpo. Tan solo su cabeza era tan grande como la entrada de la cueva.

Aunque los pasos del conejo fueron silenciosos, el miedo instintivo hizo que su corazón comenzara a latir aún más rápido.

Incapaz de calmarse y con la idea de que este monstruoso lobo pudiera despertarse, trato de hacer todo lo posible para calmar su corazón y huir sin hacer el mas mínimo ruido.

Pero el miedo en su cuerpo no se disipaba, y su corazón seguía acelerándose.

La idea que los latidos de su corazón fueran escuchadas por el monstruoso lobo y causara que se despertara solo empeoraba su situación.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora