La dominación de los Lords

Parte 3

Incapaces de moverse con completa libertad, los Lords solo pudieron realizar su mayor esfuerzo en un intento de avanzar y detener lo que estaba a punto de ocurrir.

Sus sospechas anteriores solo se limpiaron en el momento que sucedió lo inesperado frente a ellos.

La tierra, el mundo (dominio) de los druidas comenzó a temblar incontrolablemente a medida que tres grietas enormes empezaron a formarse a medida que separaba todo en tres bloques.

Desde fuera del mundo de los druidas, la imagen de este siendo partido en tres secciones dio una visión aterradora, y en el centro de estas secciones, tres torres emergieron desde lo más profundo mientras se embarcaban violentamente contra los cielos, como si su deseo fuese destruirlos.

Cada torre liberaba una única energía que fue más que reconocible para todos, pero esto fue lo que les sorprendió, vitalidad.

Pero eso no fue todo, en el punto que unía las grietas un hoyo descomunal se formó.

De este, una cantidad aterradora de energía empezó a ser liberada, la cual tomo la forma de un pilar de luz que transcendió los cielos. Energía de origen.

Con su aparición, las tres torres empezaron a temblar y un hilo de energía verde se desprendió de sus copas dirigiéndose directamente al pilar de energía de origen.

Pero no se detuvo en ese punto, pronto más hilos verdes comenzaron a salir de las torres.

6,9,12,24,50,100, 1.000, 10.0000,100.000 hilos de vitalidad surgieron.

Cada uno de estos hilos emitió la presencia única e individual, completamente diferentes las unas de las otras, pero a la vez similares.

Estos se movían sin descanso hacia su destino, pero en su camino comenzaron a juntarse las unas con las otras.

Esto provocó un fenómeno único, extraño e inesperado.

Mientras avanzaban, la unión de dos hilos no fue algo para la cual sorprenderse. Incluso pudo ser ignorando.

Pero luego de que dos hilos de vitalidad empezaron a avanzar juntos el uno al lado de otro, un tercero se les unió, luego un cuarto, luego un quinto. Esto ocurrió en las tres torres de manera similar.

Y de esta forma más hilos de vitalidad comenzaron a unirse, lo que llevo a crear la imagen de tres ríos conformados de un color verde puro nacieran en los cielos.

Estos tres ríos siguieron su camino hacia su destino, como peregrinos en el desierto, su avance no fue rápido pero tampoco pausado.

A medida que los tres empezaron a acercarse hacia el pilar de luz, un leve temblor a un pequeño hilo verde que conformaba uno de los tres ríos, su temblor pudo pasar desapercibido su fuese solo este, pero su efecto fue notado y luego trasladado hacia los que estaban cerca de él, al punto que comenzó a afectarlos a todos.

Esto provoco que uno de los tres ríos temblara leve, y casi de forma desapercibida, por una fracción de segundo antes de volver a la normalidad.

Pero por más que fuera este el caso, ¿Cómo podrían los Lords no percatarse de ello?.

Al ver este simple suceso, el cual no pudo ser menos que importante en esta situación, llevo a la sorpresa a todos los Lords, exceptuando a la Lord de la raza de los mil insectos, la cual detuvo su risa y puso sus ojos fríos.

Al ver estos hilos de vitalidad, cualquier otro que lo hiciera no podría encontrar lo sorprendente o extraño en ellos.

Pero este no fue el caso para los Lords.