Parte 3

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Ante la repentina aparición de Alpha y Luna, los barbaros lo único que pudieron hacer es mirarlos en completa confusión y terror.

Sus cuerpos comenzaron a temblar y si fuera posible el sudor en sus espaldas ya habría empezado a emerger en grandes cantidades si no fuera porque no pudieran.

A pesar de que estos dos no emitían ninguna intensión asesina, ni expulsaban sus auras para suprimirlos, ellos aun así podían sentir una gran profundidad proveniente de ellos.

Para poder sobrevivir en este paramo desierto, desarrollar el sentido del peligro era fundamental, saber cuándo huir, y cuando pelear era algo esencial, como evitar lugares donde uno no debía ir o siquiera acercarse, tal cual eran aquellos arbustos. Aunque no temían la muerte, eso no significaba que morirían sin más.

Y tras ver a Alpha y Luna, ellos pudieron sentir algo completamente nuevo. Un sentimiento que nunca tuvieron antes.

Aunque estuvieran encerrados en un círculo de muerte, ellos aun creían que tendrían posibilidades de vivir y aunque murieran, sacarían algo de provecho para sus compañeros, no dejando que sus vidas se desperdiciaran. Pero todo eso desapareció en este momento.

Una palabra podía describirlo perfectamente que era lo que sentían. Lo imposible.

Ante la mirada de Alpha y Luna, no podían esconderse, ante su fuerza no podían resistirse. Ante la idea de poder sacar provecho de sus muertes, tal cosa no existía. Todos morirían si el otro lado lo quisiera. La profundidad que sentían de estos era a la altura de que podían sumir todo el páramo desierto en un completo infierno catastrófico si es que lo desearan. Nadie escaparía, todos morirían sin tener la más mínima oportunidad de siquiera resistirse. Simplemente, ante sus existencias, esto fue Imposible.

Tales reacciones no pasaron desapercibidos por Luna o Alpha. Pero simplemente no les importo. En cambio, sus palabras siguieron siendo las mismas.

"¿Cuál es su decisión?."

Tras estas nuevas palabras, como si agua fría se les vertiera encima, los barbaros volvieron en sí mismos.

Pero no respondieron, haciendo que un silencio se levantara volviendo la atmosfera completamente incomoda.

¿Cómo quería que contestara? Todo fue demasiado repentino. Y siquiera había tiempo para digerirlo, más aun teniendo en cuenta la manada de carroñeros que se dirigía hacia ellos junto a unos enormes gusanos que eran aún más feroces que los primeros desde una dirección diferente.

Por sobre todo, porque no tenían en cuenta las intenciones del otro lado. ¿Cómo podían aceptar sin más?

"El tiempo se les acaba."

Estas palabras vinieron de Luna, y cuando todos las escucharon, esto hizo que recordaran y la ansiedad volviera a ellos.

No sabían que hacer.

Viendo como sus compañeros dudaban y no se atrevían a decir nada, Altro quien a pesar de también estar ansioso y asustado, logro recuperarse un poco antes de ponerse frente a todos.

Tras verlo hacer esto, sus compañeros se pusieron ansiosos. Uno de ellos trato de abrir su boca y decir algo, pero nada salió finalmente.

A pesar de que el pueblo bárbaro no tenía un líder en concreto, el más fuerte siempre fue el que tenía más autoridad.

Altro no solo era fuerte, sino que tenía un gran carisma y aprecio por los suyos. Siempre se arriesgaba y daba el todo de sí mismo para poder traer un poco de comida a su pueblo.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora