Capítulo 3

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Parte 1

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Recomiendo encarecidamente que escuchen este tema al leer esta parte. De, Two steps From hell: Never Give Up On Your Dreams.

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A pesar de no poseer una conciencia completa, los dominios aun poseían su propia identidad como existencias únicas.

Eran la base para fomentar el crecimiento de muchas formas de vidas.

Y como alguien que resguardaba innumerables seres, también pudo sentir las emociones y sensaciones provenientes de estos. Dolor, emoción, amor, odio, respeto, adoración, etc. Pero para que no fuera contaminado con todos estos sentimientos, un regulador era necesario, otra existencia debía compartir su carga, de esta forma es que su destino final serían los llamados Lords.

La existencia final de un Lord tomaba todas las emociones y las suplantaba por solo una, adoración. Teniendo solo este deseo/emoción, creo una armonía única, un único ser.

Sin un compañero, el dominio se vería abrumado por toda esta información. Siendo su único medio de salida el bloquear su conciencia incompleta y dormir.

Pero en este caso, donde una batalla entre Lords se llevó a cabo, no tuvo más remedio que despertar de su sueño.

Pero no fue por iniciativa propia, sino por orden de la Lord de la raza de los mil insectos.

Como su avatar paso a ser su propietario, ella misma paso a ser su ama.

Debido a la simplicidad de la conciencia del dominio de los druidas, la idea de la pérdida de su verdadero compañero en realidad lo había afectado.

Aunque había pasado decenas de millones de años, aun no lo olvido.

Aunque su estadía con él fue corta, y no se llegaron a fusionar, el anhelo por el aún quedaba. Se consideró a sí mismo una parte suya, y a él una parte de sí mismo. Quienes al estar juntos solo pudieron ser completos.

Pero la realidad fue cruel, su compañero fue quitado, asesinado.

E incluso los restos de su cuerpo fueron corrompidos solo para ser devorados por otro Lord luego de miles de millones de años de usarlo.

A pesar de saber esto, ¿Qué pudo hacer?

Nada.

Los dominios nacieron para unirse a otros. Su voluntad radicaba en este simple hecho. Su existencia se basaba en ello.

Esto inevitablemente hizo que el dominio sintiera pesar e incluso renuncia, pero nuevamente, no podía hacer nada.

Su única esperanza, su único consuelo fue dormir hasta ese momento.

Donde el avatar del Lord que asesino a su compañero terminara de consumirlo, y por mas desesperanzador que fuera, la idea de fusionarse con el aún le dio esperanzas de tener su tan anhelada reunión.

Aunque sea una falsificación, aun contenía la sangre y carne de su compañero, incluso si su aura fuera completamente distinta aun quería fusionarse con él.

La soledad fue el primer sentimiento propio que llego a producir del dominio de los druidas sin ayuda de las otras vidas en su interior.

Este sentimiento lo torturo incluso en su sueño, al punto de cegarlo de la realidad.

Haciéndose creer a si mismo que su tan anhelado compañero estaba ahí para unirse con él.

Pero cuando ese momento llego su poca conciencia colapso.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora